s mucho más conocido por la gente por su nombre artístico que por su apellido verdadero. Edgar Rubino (Peco), de él estamos hablando, es sin lugar a dudas, uno de los personajes de Bragado más populares, sino el más popular.

No solamente se destacó como cantor de tangos, también, desde hace 27 años, conduce su propio espacio radial y, hace unos años atrás, trabajó en el programa televisivo Pentagrama Musical, en donde logró tanta popularidad que hasta los niños de su barrio le solicitaban fotografías, debido a que lo veían en el mencionado espacio, que se irradiaba por las pantallas de Canal 10 de Junín.

Cantor y compositor, supo destacarse fuera de su ciudad, conquistó las radios porteñas y, sin lugar a dudas, junto a Carlos Saavedra y Eduardo Caval (Bebo), es un hijo dilecto de Bragado.

Comenzó como cantor pero también se sintió atraído por la comunicación social, es por ello que en 1965 debutó en Radio Belgrano en una audición patrocinada por la firma Arco de Oro, llamada El Arco de la Fortuna, conducido por el locutor Osmar Sabalía. Más adelante, decidió mudarse de emisora pasando a Splendid donde el animador era otro coterráneo, el hoy consagrado Héctor Larrea. En dicha emisora, en 1967, salió al aire con Brindis de Tango.

Sus comienzos como vocalista, arrancan en 1952 con la orquesta bragadense de Norman Steiman, en la que permanece más de diez años. Con esta formación recorrió gran parte de la provincia de Buenos Aires. En 1963, tuvo una fugaz participación en el cuarteto de Enrique Mora, para después continuar su trayectoria como solista.

Durante su carrera artística, fue siempre acompañado por primeras figuras: Orlando Trípodi, José Libertella, Alberto Caracciolo y Osvaldo Cabrera —en aquel tiempo un joven director—, con quien llegó al disco por primera vez en 1966.

Con el trío de Alberto Caracciolo actuó durante varias temporadas en Radio El Mundo (1972-1975), al mismo tiempo lo hizo en Splendid y Belgrano, con público en el estudio. También, se presentó en tres oportunidades en el tradicional Café Tortoni y en la Casa de la Provincia de Buenos Aires.

Pero un día, se propuso ser profeta en su tierra y regresó a su ciudad natal. Ocurre que, debido a un problema de salud, estuvo inactivo durante algunos años. Al producirse su recuperación, volvió a hacer Brindis de Tango, pero esta vez en Bragado. En 1989, regresó a Radio Belgrano y actuó tres meses consecutivos, además realizó giras por varias ciudades de la provincia de Buenos Aires.

Otras de las inquietudes de Rubino fue la de lograr que los amantes del tango tuvieran un lugar donde reunirse y fue así que se asoció con unos amigos para crear la Peña El Gotán.

A principios de los años 90 viajó a Cuba, integrando una embajada musical, representando a su provincia, para cantar en La Semana del Tango de La Habana, con figuras de la talla del bandoneonista Walter Ríos y de su colega, Oscar Ferrari.

En suma, fue y sigue siendo un laburante del tango, que brilló en las radios de Buenos Aires, en el exterior y que dedicó su vida a la difusión de nuestra música ciudadana.