Por
Abel Palermo

ue ante todo un prolífico compositor. Sus obras poseen una exquisita calidad melódica que transmiten la sensación de estar pensadas en función de realzar las letras y, de ese modo, el lucimiento de los vocalistas.

Nació en el barrio de San Cristóbal de la ciudad de Buenos Aires. Con apenas 15 años debutó como pianista junto al flautista Vicente Pecci.

Luego, transitaría por varias formaciones: la de José Arturo Severino en 1928, la orquesta de Juan Maglio, al año siguiente. En la década del 30 pasó por la de Ciriaco Ortiz, más tarde estuvo con Anselmo Aieta y después con Pedro Maffia.

En 1936, al regresar Enrique Santos Discépolo de Francia, lo convoca para su orquesta, participando en la mayoría de las grabaciones realizadas en 1937, con la voz de Tania, para el sello RCA-Victor.

Se relaciona con Agustín Magaldi y participa del acompañamiento en sus discos y presentaciones, además de cumplir funciones de secretario y hombre de difusión de la carrera del cantor hasta su muerte, el 8 de septiembre de 1938. Fueron dilectos amigos.

Continuará su actividad secundando musicalmente a Azucena Maizani, Tita Vidal, Adhelma Falcón, Oscar Alonso y actuando con la orquesta de Joaquín Do Reyes. En forma paralela, comienza a crecer como compositor, lamentablemente, Magaldi no llegó a grabar sus temas que figuraban en su repertorio.

Con el poeta Alfredo Faustino Roldán, conformó un interesante binomio autoral. Entre esas obras: “Tu pálido final”, hermosa página que grabaron muchos intérpretes, con una versión memorable de Edmundo Rivero con Aníbal Troilo de 1947. También es muy bella la de Aldo Campoamor con Astor Piazzolla ese mismo año.

Otros buenos tangos: “En secreto”, con excelentes registros de Miguel Caló con la voz de Roberto Arrieta (1946) y de Osvaldo Pugliese con Alberto Morán (1947); Osvaldo Fresedo les grabó “Alas”, con el cantor Ricardo Ruiz (1940) y “Camino”, con Carlos Mayel (1941); Hugo Del Carril, acompañado por guitarras y glosas de Julián Centeya, registra “Guapo” (1942) y Pedro Laurenz, el instrumental “Poca suerte”.

Además, los tangos: “Quién no tuvo un amor”, “Cuando estás en otros brazos”, “Llegarás amor”, “Hormiga negra”, “La piedra libre”, la milonga “Tango negro [b]” y “Viejo camino”, instrumental. Estos cuatro últimos, fueron llevados al disco por la orquesta de Sebastián Piana, entre 1940 y 1944.

Su último trabajo importante fue dirigiendo su propia orquesta para acompañar a Azucena Maizani en dos grabaciones: el tango “En esta soledad” y la milonga candombe “Liberata”.

En 1946, Aníbal Troilo, registra su tango instrumental “Bienvenida”, que seis años más tarde, grabara el autor con su orquesta.

A partir de 1946, se dedicó al periodismo —en especial al espectáculo y a la difusión del tango—, en varias publicaciones: Sintonía, El alma que canta y Cantando.

El tango “Bien jaileife” es sin duda su último éxito. Fue grabado por muchos intérpretes, entre ellos: Juan D'Arienzo con Alberto Echagüe, Alberto Mancione con la voz de Héctor Alvarado, Miguel Caló con Carlos Almagro y Alberto Marino con su orquesta dirigida por Toto Rodríguez.

Entre otras recordadas páginas suyas, podemos mencionar: “Cuando seas mayorcito”, “Mi flor de noche”, “Petit salón” y “El tango es azul”.

Finalmente, es importante destacar su permanente colaboración con el crecimiento de la sociedad de autores y compositores (SADAIC). Desde su fundación y hasta su fallecimiento siempre estuvo al servicio de la entidad, con espíritu solidario hacia sus colegas.