Lágrima Ríos

Nombre real: Benavídez Tabárez, Lida Melba
Seudónimo/s: La Perla Negra, La Dama del Candombe
Cancionista
(26 septiembre 1924 - 25 diciembre 2006)
Lugar de nacimiento:
Durazno (Durazno) Uruguay
Por
Ricardo García Blaya

sta maravillosa cancionista, nació en Uruguay, en el Departamento de Durazno y representa la más noble esencia del canto mestizo y negro, que tanto valoramos y reconocemos en la música latinoamericana.

No importa el género ni la nacionalidad, ni siquiera el color de la piel, esa estirpe está presente en el bolero mexicano, en el son cubano, en el samba brasileño, en el vals peruano, en el tango argentino y en la música rioplatense. Dicho de otro modo, en cancionistas de la talla de Fetiche, Chabela Vargas, Olga Guillot, Alcione y Tita Merello.

Lágrima cantó sencillo, como se debe cantar, con afinación y buen gusto, sin estridencias, con sutiles matices e interpretando un sentimiento creíble, contando historias que pueden haber sido las suyas. Transitó un repertorio que rescata las más bellas páginas de nuestro tango y fue impulsora del ritmo uruguayo por excelencia, el candombe.

En una entrevista con la periodista argentina María Moreno, en 2005, un año antes de morir, ella misma se define:

«Yo me doy cuenta de que canto diferente, pero no sólo por el timbre de voz sino por la manera de interpretar. Siempre fui contralto y ahora más. Es un registro muy usual en la colectividad negra. Se dice que tenemos las cuerdas vocales una pinta más gruesa que los blancos. Además tengo una conformación ósea especial, las costillas hacia fuera, entonces mi tórax es una caja de resonancia. Los tonos altos los alcanzo, pero me cuesta. Por eso, cuando canto, trato de empezar en un tono que, cuando venga una parte donde tenga que levantar la voz, no me falle ni me salga tirante, como que estoy exigiéndole a mi garganta».

Sus discos marcan dos etapas opuestas. Su juventud reflejada en Lágrima Ríos, la Perla Negra del Tango, de 1972, con toda su frescura expresiva y, tras un paréntesis en su producción tanguera, el encanto de su voz ya madura y su experiencia, en los registros de mediados del noventa.

Su historia fue la de la gente común, la de aquella que generalmente no trasciende. Con un drama adicional, fue madre soltera y su único hijo emigró a Suecia, y pasó muchos años sin verlo.

De pequeña, llegó con su mamá a Montevideo, radicándose en el Barrio Sur. Entre los recuerdos inolvidables de su niñez, está el de haber conocido a Carlos Gardel, en el año 1928, cuando el cantor visitó su barrio y se llegó hasta el inquilinato donde vivía.

Debutó en 1942, interpretando temas folclóricos y tangos. En 1945, Alberto Mastra la integró a su famoso trío y la bautizó definitivamente con su nombre artístico.

En el carnaval de 1950, participó en el grupo Añoranzas Negras, que obtiene el primer premio en su categoría y también, en la Cruzada Gaucha con la que recorrió el Uruguay y la Argentina.

Resultó triunfadora de un concurso organizado por el diario La Tribuna Popular y la radio CX24 La Voz del Aire (1956), cantando en la última jornada el tango “Sin lágrimas”. Gracias a eso, obtuvo un contrato en la emisora para cantar con la Orquesta de Orosmán Fernández —Gato—. Al poco tiempo, se convirtió en figura en locales nocturnos, destacándose el mítico Teluria, donde compartió cartel con Jorge Cafrune, Mercedes Sosa, Horacio Guarany y otros.

En 1960, con Benito y Raúl Ramos, Luis Alberto Gómez y Juan Sequeira, formó un grupo vocal a capella. En el reportaje ya mencionado comentó:

«Empezamos cantando negro spirituals. Pero no sabíamos qué nombre ponerle al grupo. Entonces, al poeta Ovidio Fernández Ríos, que nos dijo: «Póngale Brindis de Sala». «¿Brindis de Sala? Qué feo». Nos parecía que aludía a un brindis en una sala. Pero él nos explicó: Claudio Brindis de Salas fue un violinista cubano que tocó por toda Europa y al cual llamaban El Paganini Negro. En 1910, apareció muerto en el Paseo de Julio de Buenos Aires. Cubierto por un viejo gabán. Murió de frío. En un bolsillo le encontraron la boleta de empeño de su Stradivarius».

Actuaron durante 10 años y grabaron para los sellos Philips y Clave.

En el carnaval de ese año, siguió cosechando primeros premios con los grupos: Morenada, Miscelánea Negra y Palán Palán. Con el primero, viajó a Ecuador, Brasil y Argentina, donde grabó para el sello Odeon y filmó junto a Hugo Del Carril, Luis Sandrini y Palito Ortega dos películas, Fantoche y Viva la vida.

Luego de un tiempo inactiva, en 1971 retornó al canto, en el programa de televisión Sábados de Tango, y a partir de entonces, trabajó sin cesar en los mejores locales nocturnos, junto a estrellas como Aníbal Troilo, Roberto Goyeneche, Roberto Rufino y Héctor Mauré.

En 1972, grabó su primer larga duración, el ya mencionado, Lágrima Ríos, la Perla Negra del Tango, acompañada por un conjunto de guitarras. Luego, viajó a Buenos Aires, siendo la primera uruguaya, contratada por La Casa de Gardel, en la calle Jean Jaurés, donde viviera El Zorzal.

En 1976, registró para el sello RCA-Victor, el primer disco estereofónico con doce candombes de autores uruguayos, Luna y tamboriles.

En 1982, se radicó en Madrid y cantó por toda la península e intervino en el Festival Internacional de Huelva. En 1989, produjo Mamá Isabel, para el sello Orfeo.

Actuó en el Teatro Solís de Montevideo y en el San Martín de Buenos Aires. Después, volvió a Europa presentándose en Inglaterra, en el Royal Albert Hall de Londres. Y en 1993, intervino en el Festival de Tango de Granada, con un grupo uruguayo dirigido por el guitarrista Daniel Petruchelli.

En 1995, la organización Mundoafro, dedicada a la lucha contra el racismo, la eligió su presidenta. En tal carácter recorrió Europa, junto al tecladista Duglas Castillo, mezclando trabajo con recitales.

En 1996, grabó el disco, Cantando sueños. Más tarde, actuó con su grupo dirigido por Walter Díaz y registró, Canción para mi pueblo, también con Petruchelli.

En el carnaval de 1999, nuevamente obtuvo el primer premio y fue elegida la Mejor Figura por su trayectoria. Y fue invitada a participar además, en el disco Candombe.

La Academia Nacional de Tango de Uruguay la nombró socia honoraria, siendo la primera vez que se honra a una mujer de esa manera.

Actuó con gran suceso en el Paseo La Plaza de Buenos Aires, en el espectáculo del actor Fernando Peña La Lágrima de la Mega.

Filmó Candombe un documental del pintor Carlos Páez Vilaró. Viajó representando a Mundoafro a Durban, Sudáfrica, a la Conferencia Mundial sobre Racismo y Xenofobia. Cantó en Suecia y es la primera uruguaya y mujer negra, que actúa en La Sorbona de París.

En el año 2002, viajó nuevamente a la «ciudad luz», donde fue nombrada Madrina del Festival de Música Latinoamericana.

Antes de morir, tuvo su lugar en el film El Café de los Maestros, junto a los mitos vivos del tango, entre ellos: Virginia Luque, Horacio Salgán y Mariano Mores.