ació en el barrio montevideano de Tres Cruces, República Oriental del Uruguay, en el seno de una familia de músicos.

A los 18 años debutó como pianista en la agrupación orquestal que dirigía el bandoneonista Héctor Gentile, cuyos integrantes eran Isidro Pellejero (segundo bandoneón), Emilio Pellejero, Nicolás Agapios y Romeo Gavioli (violines) y Pedro Torrón (contrabajo). Al año siguiente integró la Típica de la Guardia Vieja para intervenir en un concurso de tangos en el Cine Electric Palace.

En 1933, junto a Romeo Gavioli, viajó a Buenos Aires compartiendo con este la dirección de la orquesta que se presentaba en las radios Prieto y Cultura, con el vocalista Panchito Pons. Durante su estadía en la capital porteña, compuso en colaboración con Juan Antonio Collazo y los versos de Luis Rubistein, “Yo soy así pa’ el amor”, que cantara Tita Merello en la primera película sonora de la Argentina: Tango. El acompañamiento musical estaba a cargo de un conjunto encabezado por Ernesto Ponzio y Juan Carlos Bazán.

Al regresar a Montevideo conforman con su hermano Freddy y Romeo Gavioli y, el Trío Los Carves, al estilo del exitoso Irusta- Fugazot-Demare, luego incorporarían al violinista Emilio Pellejero y pasarían a denominarse Los Dandys. Actuaron también en Buenos Aires, durante 1935, en las radios Belgrano, Argentina y Prieto, con importante éxito.

A fines de la década del 30 se dedicó a acompañar desde el piano, a las principales figuras internacionales que actuaron en el Uruguay, también participó junto a sus amigos Ramón Collazo y Víctor Soliño en la importante Troupe Ateniense, que tanto aportó al tango rioplatense.

Al iniciarse la década del 40, por exigencias del reciente sello discográfico Sondor, grabó y actuó en distintos espectáculos de Montevideo, dirigiendo una orquesta característica llamada Lalo y sus Rítmicos. Y, a partir de 1944, se dedicó de lleno a la tarea de compositor, destacándose el tango “Parece un cuento”, grabado el 23 de noviembre de ese año, por la orquesta de Alfredo De Angelis con la voz de Julio Martel, convirtiéndose en un gran éxito.

En 1949, se filmó la película Con los mismos colores, cuyo argumento lo realizó el periodista Ricardo Lorenzo “Borocotó” y la música, el joven Astor Piazzolla. En este film hay dos temas de Lalo con versos de José Rótulo: el tango “Con los mismos colores” y el candombe “Vamos a Belén”. Durante esa época ocupó distintos cargos en AGADU (Asociación General de Autores del Uruguay).

Es ineludible señalar algunos títulos para dar una idea de la delicadeza y la belleza del la obra de Lalo: “Adiós corazón” (su tango más famoso), “Sin amor”, “No me dijo ni adiós”, con letras de Héctor Sapelli; “Parece un cuento”, “En la bruma”, con José Rótulo; “Señor tango”, con letra propia; “Incertidumbre [d]”, con Julio Reggiardo. También los valses “Musiquita”, “Sonreirás” y “Un traje de novia”, los tres con versos de Federico Silva y el bolero “Dos rosas”, registro inolvidable de Romeo Gavioli.

De Acuerdo al registro de AGADU, Lalo Etchegoncelay produjo 147 composiciones.

En la década del 60 se dedicó a actuar como solista de piano o acompañando a distintos cantantes tanto en televisión como en espectáculos.

Fue un ser afable, que irradiaba simpatía y optimismo con su amplia sonrisa. Me viene a la memoria su figura arriba de su ciclomotor rumbo a la cancha de Cerro, en esa invariable adhesión a los colores de Nacional.