Por
Abel Palermo

us padres se llamaban Manuel y Luisa Cervera. Nació en Buenos Aires, en el barrio de Barracas y en la calle Herrera, que fue la que inspiró su nombre artístico.

Cantó desde muy niño y ya adolescente, comenzó a participar en los concursos de cantores de la zona de Barracas y La Boca y también en algunos cafés. Hasta que en 1956, la emisora LR3 Radio Belgrano y la editorial Emilio Roca, que publicaba las revistas Cantando y Radio Film, auspiciaron un importante concurso nacional de voces femeninas y masculinas de tango.

Dicho certamen duró casi todo el año y se transmitía por los micrófonos de Radio Belgrano una vez por semana. Los participantes fueron elegidos en una severa selección que se realizó en todo el país.

La ronda final se efectúo en el Teatro Alvear de la calle Corrientes, resultando finalistas en mujeres Ángeles Dangell, Silvia Del Río y Blanca Mooney, en hombres Ernesto Herrera, Carlos Budini y Osvaldo Bonet, resultando ganadores Ernesto Herrera y Ángeles Dangell.

El tema que interpretó el cantor fue el tango “Fogón de huella” y la orquesta que acompañó a todos los finalistas era dirigida por el pianista Miguel Nijensohn.

Durante 1957, actuó en la mencionada emisora con el acompañamiento de la orquesta estable de la radio. Además, grabó un disco simple en el sello Odeon, con la orquesta de Nijensohn. Ambas realizaciones formaban parte del premio.

Al finalizar el año fue requerido por Héctor Varela, junto al cantor Fontán Reyes, para reemplazar a los cantores Rodolfo Lesica y Raúl Lavié que se habían alejado de la orquesta del maestro. Ambos debutaron en el disco en enero de 1958, respectivamente con los tangos “Volvé mimosa” y “Esta noche de copas”, temas que constituyeron un verdadero éxito en los bailes de carnaval de ese año.

Vuelve a grabar en marzo, la milonga de Salvador Alonso, Raúl Gramajo y Héctor Varela “Quién te quiere como yo” y luego, se van de gira a Chile, donde Fontán Reyes sufrió un grave problema en sus cuerdas vocales y tuvo que ser operado de urgencia en la ciudad de Santiago.

En junio se integró a la orquesta el cantor Carlos Yanel, quien había pasado por la orquesta rosarina de José Sala y, en Buenos Aires, por la de Alfredo Gobbi. En ese período registró los dos temas que más me gustan de los grabados con Varela, los tangos “Cariñito” y “Marinera”. Durante ese año, Herrera registró nueve títulos.

A principios de 1959, se retiró Yanel y en su lugar regresó por tercera vez con Varela, Armando Laborde y, casi al finalizar el año, hizo lo mismo Rodolfo Lesica. Así, la orquesta quedó con tres cantores. En febrero registró el tango “Rococó”, de Erma Suárez y José Rótulo y a dúo con Armando Laborde, el vals de Varela y Carlos WaissGaucha”, en abril. Luego, continuará con un par de temas más hasta que decide iniciar su etapa solista.

A partir de 1960 desarrolló su actividad en Radio Belgrano y en Radio Del Pueblo. Al año siguiente se produciría un hecho importante en su carrera, el Presidente de la Nación, el doctor Arturo Frondizi, es invitado por el príncipe Akihito a visitar Japón, y le ofrece integrar la delegación argentina al maestro Francisco Canaro.

A fines de octubre de 1961 partió hacia esas lejanas tierras la comitiva oficial y la orquesta de Canaro, que debutó en Tokio el 1 de noviembre, en el Teatro Koma, ante la presencia del príncipe Akihito. La formación estaba integrada por Domingo Federico, Oscar Bassil, Antonio Scapolatempo, Antonio Germade (bandoneones), Bernardo Weber, Octavio Scaglione, Antonio D'Alessandro y José Sarmiento (violines), Oscar Sabino (piano), Ariel Pedernera (contrabajo) y Ernesto Herrera e Isabel de Grana (cantores).

La visita duró un mes y recorrieron todo el país con un extraordinario éxito; en la mayoría de los recitales, Herrera se presentaba con vestimenta de gaucho. De vuelta en Argentina, continuó un tiempo más con Canaro pero la salud del maestro comenzó a declinar y se fueron limitando las actuaciones. A raíz de ello, Herrera regresó con Varela y volvió al disco con un notable registro, “Es hora de vivir”, de Enrique Francini y Carlos Bahr. Luego, regresó como solista a Radio Belgrano y, en 1963, a Radio Libertad.

En 1968, volvió a grabar con el acompañamiento de Roberto Grela y su conjunto de guitarras, demostrando sus grandes condiciones de cantor solista, con una interpretación madura y, a mi gusto, en el mejor momento de su voz, sorprendiendo la alta calidad que expone en el registro del tema brasileño en tiempo de tango “Venganza”, una versión de antología de “Callejón” y un gran cierre con su caballito de batalla, “Fogón de huella”. En la década del setenta participó de distintos programas de televisión y en espectáculos de la noche de Buenos Aires.

Este es nuestro humilde recuerdo a este gran intérprete del tango que, gracias a Todo Tango, hoy rescatamos del olvido.