Por
Héctor López
| Oscar Zucchi

ctivo en la segunda y tercera década del siglo veinte, alternó con los fueyes tauras de Eduardo Arolas, Genaro Espósito, Manuel Pizarro, Arturo Bernstein, Juan Maglio (Pacho), Domingo Santa Cruz, Ricardo González, Vicente Loduca, José Arturo Severino, los hermanos Marmón, con quienes, de movida nomás, comenzó tuteándose, no por falta de respeto, sino por reconocimiento a una demostrada capacidad milonguera, recogida de oreja a oreja, directamente de Vicente Greco, que fue su maestro, al que estuvo unido en un gran trayecto de su existencia musical.

En 1908 actuaba en el Café de El Griego, de Suárez y Necochea, en el trío de Garrote, que completaba Agustín Bardi, desde el piano.

En 1910, continuó participando de la orquesta del mismo director, actuando en el Café El Estribo, el salón de baile San Martín, más conocido por salón Rodríguez Peña y grabaron para el sello Columbia, con la siguiente formación: Greco y Labissier (bandoneones), Juan Abatte y Francisco Canaro (violines), Vicente Pecci (flauta) y Domingo Greco (guitarra o piano).

En 1914, Garrote animó los primeros bailes de carnaval que se ofrecieron en el Teatro Nacional Norte, para tal compromiso conformó una orquesta en la que figuraron: Greco, Labissier, Francisco Canaro, Roberto Firpo, entre otros.

En 1916, formó en la orquesta gigante que Francisco Canaro y Vicente Greco llevaron al Teatro Politeama de Rosario, para amenizar los bailes de carnaval, en la que Pirincho integró en las cuerdas y Greco en los fueyes, integrada por Rafael Rinaldi, Rafael Canaro, Francisco Confeta (violines); Labissier, Osvaldo Fresedo, Pedro Polito (bandoneones); Juan Carlos Bazán (clarinete); Vicente Pecci (flauta); Samuel Castriota (piano); José Martínez (armonio); Pablo Laise (lija) y Leopoldo Thompson (contrabajo).

En 1921, realizó los bailes de Carnaval como músico de la última orquesta dirigida por Vicente Greco.

Luego, se radicó en Montevideo, continuó su actividad artística en las famosas pensiones, alternando en diversos conjuntos orientales.

En 1922, participó de la formación que animó los bailes de carnaval del centro recreativo Haraganes con producto, encabezada por Alfredo Fogazza, desde el piano, Genaro Nerón Domínguez y Lorenzo Labissier (bandoneones), Federico Lafemina y Vicente Conti (violines).

Posteriormente, contrajo una penosa enfermedad a la que no pudo sobreponerse y falleció, ya retirado de toda actividad artística, en el Barrio de La Unión hacia 1950.

Fue uno de los amigos íntimos del gran compositor Agustín Bardi (El chino), quien le dedicó el famoso tango que lleva por título su segundo nombre de pila: Lorenzo. Francisco Canaro lo homenajeó con “El chamuyo”.

A su vez, Labissier compuso los tangos: “Aquí se vacuna”, “El charabón”, dedicado a su amigo José Martínez, “La biyuya” con letra de Eduardo Moreno, “Pochita”, estos dos últimos, grabados por Firpo y los valses “Blanca nieve [b]”, dedicado a su hermana y registrado por Eduardo Arolas en 1912, “Ensueño [b]”, “Ósculos de fuego” y “Recuerdo inolvidable”.