ació en Bragado, provincia de Buenos Aires. Desde adolescente, la pasión por el tango y su bohemia lo atrajo definitivamente, ya cantaba en los bailes de carnaval que se realizaban en los clubes de su ciudad natal con una orquesta que integraban, entre otros, Fito Del Bue —hermano de Angélica que después sería su esposa (piano)—, Francia —no confundir con Manlio— (violín), el padre de Héctor Larrea (bandoneón) y Quinta (batería). También cantó en la orquesta de Argentino Galván que era de la vecina ciudad de Chivilcoy.

En abril de 1940, con la orquesta Zerrillo se presenta en O'Brien. El maestro Roberto Zerrillo había instituido una medalla de oro para el mejor aficionado que se presentara a una especie de «concurso relámpago» que había organizado.

La medalla, demás estar decir, le correspondió a Carlitos Gardella. De todos los aficionados que se presentaron fue el que más agradó, siendo felicitado por el maestro Zerrillo y demás integrantes de la orquesta. Después se fue para la Capital Federal.

Por la onda de Radio Prieto hizo su debut con el nombre de Carlos Braga acompañado por la orquesta de Enrique De Lorenzo —El Pibe de Oro—. La actuación que le cupo fue excelente. Fue presentado en la audición de Malta Palermo, junto a Hugo Del Carril, Azucena Maizani, Alita Román, Pedro Quartucci y que tuvo como animador a Oscar Catalano.

También canta con la disciplinada orquesta de Jorge Pino a través de LR2 Radio Argentina, en el popular Bar Marzotto y otros lugares de gira por el interior de Argentina.

A los 25 años volvió a Bragado, contrajo enlace con Angélica Del Bue en marzo de 1946 y juntos partieron hacia Buenos Aires. De este matrimonio han nacido cinco hijos Carlos, Jorge, María, Olga y Angélica.

En ese mismo año, 1946, comenzó a cantar ya con el seudónimo definitivo de Carlos Saavedra (apellido materno), en la orquesta de Rodolfo Biagi. Con el maestro, graba siete obras que es toda la discografía que realizó: “Mientras duerme la ciudad”, tango de Oscar Rubens y Alberto Suárez Villanueva (23/5/1946); “Gracias” (18/6/1946); “Por eso grito”, tango de Edgardo Donato y César Córdoba (seudónimo de César José Fábregas) (16/8/1946); “Sin palabras” (22/11/1946); “Esta noche me emborracho” (30/12/1946); “Margot”, (23/9/1947) y “Por la güeya”, milonga de Rodolfo Biagi y Homero Manzi (22/7/1948).

Cuando termina la temporada de carnaval de 1950, se desvincula —junto con Alberto Amor—, de la orquesta de Rodolfo Biagi y decide continuar su carrera de cantor nacional como solista, en bares, confiterías y cantinas de Buenos Aires. Cantó también en la orquesta típica del maestro Dionisio Delgado y en El Sótano acompañado por la guitarra de José Canet.

Incursionó en programas radiales de Radio El Mundo y Splendid, como así también en el Uruguay.

La muerte —un accidente cerebro vascular— lo sorprendió en su casa de Lanús en la primavera del 72, cuando, entusiasmado, esa noche esperaba debutar en un nuevo restaurante de Buenos Aires.

Pasaron los años y en diciembre de 1993, en la esquina de Pellegrini y Mitre de Bragado, sus amigos y vecinos descubrieron una placa recordándolo y homenajeándolo. También al poco tiempo de su muerte, en la cantina (que ya no existe) El Buzón, de San Juan y Solís, en Buenos Aires, se descubrió otra placa en su homenaje.

Carlos Saavedra fue, al decir de su esposa —en un homenaje allá en Bragado—, en diciembre de 1993: «Fue un muchacho bohemio, que no le importaba ganar mucho o poco, jamás pensaba que le iba a pasar algo y que cuando conversaba, hablaba del año 2000».