u relación con el tango comenzó en la década del 90 y está considerado uno de los exponentes más destacados de su generación. Su registro atenorado, su expresividad, su correcta afinación, un fraseo delicado y a la vez muy tanguero, son los atributos sobresalientes de este joven cantor, que utiliza en forma moderada estos recursos y que combina con una espléndida media voz.

En su ya más que interesante trayectoria, actuó con las más importantes orquestas de Buenos Aires: la Juan de Dios Filiberto, el Sexteto Mayor, la Sans Souci, Los Reyes del Tango y Los Cosos de al Lao.

Ganó el Certamen de Tango “Hugo del Carril 1996”, organizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en el rubro Canto Masculino. Como consecuencia de este galardón fue cantante invitado, en el Teatro Presidente Alvear, de la Orquesta del Tango de la Ciudad de Buenos Aires, dirigida por los maestros Raúl Garello y Carlos García.

Integró el elenco de varias compañías, entre las cuales se destacan: Tango Emoción (Mora Godoy), Tango Fire y Tango Bizarro, con las que recorrió diferentes escenarios en el interior del país y en el extranjero (Centro y Suramérica, Europa, Japón y Estados Unidos). También participó en los festivales de la ciudad de Buenos Aires, de la Patagonia, de la Falda (en la provincia de Córdoba) y en Justo Daract (provincia de San Luis).

En un breve repaso de su discografía podemos señalar, en primer lugar, su participación en la colección La Joven Guardia del Tango, del sello Melopea (1998). Después, una producción en vivo, en Japón, en un disco compacto con Los Cosos de al Lao (2001). Su disco Cardenal Domínguez Cuarteto, con el sello Socsa (2003). La Bagayera (Acqua Records 2008). Su último disco, Trío, también con la empresa Acqua Records (2010), con las guitarras de Hernán Reinaudo y Ariel Argañaraz, en el que combina temas criollos con tangos y que fuera elegido entre los diez mejores de ese año.

Sabemos que está trabajando para presentar un nuevo proyecto que comparte con Ariel Argañaraz (guitarra), Irene Cadario (violín), Mariano Martos (bajo eléctrico) y Augusto Argañaraz (percusión), en el que, además de abordar el repertorio tanguero, incursionan en la música popular y que será material del próximo compacto.

La crítica periodística ha sido muy elogiosa con el Cardenal: «Un cantor solista de cuño clásico, pero alejado de los estereotipos. Como le sobran estirpe y talento para reditar la figura señera del cantor nacional, Javier “Cardenal” Domínguez se desliza con delicadeza por el tránsito que lo acerca a los héroes de la categoría mientras, paradójicamente, desanda su camino.» (Suplemento Radar, Página12, 2/10/2010).

El diario Clarín en referencia a su último disco, dijo: «Uno de los mejores cantores de tango de la nueva camada, Javier “Cardenal” Domínguez, junto a dos de los mejores guitarristas, Hernán Reinaudo y Ariel Argañaraz. Difícil que semejante combinación salga mal...» (Clarín, 5/5/2010).

A su vez, y sobre la misma producción, el diario La Nación se refirió positivamente: «... Hay mucho trabajo desarrollado aquí. No ofrecen grandes matices, pero sí, una visión actualizada, meditada y sentida de ocho tangazos, dos milongas y un estilo maravillosamente arreglado. Es un buen disco para dejarse llevar...» (La Nación. 16/5/2010).

No hace mucho tiempo (2012), tuvimos oportunidad de escucharlo en la Academia Nacional del Tango, como cantor de la orquesta Sans Souci y, debemos reconocer, que su voz nos recordó a las inolvidables e irrepetibles voces de los años cuarenta.

Sin duda, según nuestro gusto, forma parte de la nueva y excelente horneada del tango junto a Esteban Riera, el Chino Laborde, Hernán Genovese, Ariel Ardit y Jesús Hidalgo.