Carmelo Aiello

Nombre real: Aiello, Carmelo
Bandoneonista, director y compositor
(1 enero 1901 - 30 noviembre 1970)
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina
Por
Oscar Zucchi

ació en el actual barrio de Boedo (entonces sólo el nombre de una calle) pero pronto sus padres se instalaron en una casa grande ubicada en la calle Zubiría 728, en una zona rodeada de chacras, quintas y tambos, como el que tenían ellos al frente. Allí nacieron los hijos y allí falleció.

Como fue habitual en casi todos los tangueros, la seducción comenzó temprano y la oposición del padre también, pero en este caso aflojó pronto. Con el bandoneón de un cuñado, a escondidas, comenzó a practicar hasta ir sacando alguna pieza, y con gran esfuerzo, moneda a moneda, juntó la cantidad para acceder a un Doble A usado y unos pesos a pagar.

Comenzó a estudiar música y recibió las nociones elementales que le permitieron una aceptable aptitud para leer las partituras y poder desempeñarse en orquestas profesionales. Así ocurrió en la década del veinte cuando ingresó en la orquesta del violinista Alpidio Bonifacio Fernández, que aparte de dirigir la típica, tenía otra de repertorio clásico con músicos de ambos sexos. Según su hijo Oscar Osvaldo, en ese conjunto se tocaba a la parrilla, es decir sin ningún esquema previo de arreglo o instrumentación.

Luego, Carmelo desfiló por diversas orquestas, entre ellas la de Julián Divasto, cuando el primer fueye era José Dames. Al comenzar la década del cuarenta, se sintió en condiciones de tener orquesta propia que mantuvo hasta 1948. Fue un conjunto sencillo que daba el marco necesario para animar los bailes de clubes y salones que habitualmente presentaban típica y jazz.

Por la orquesta pasaron reconocidos músicos, como Vicente Romeo, bandoneonista y compositor; también otro hombre del fueye como Alfredo Fanuelle; otro fue el violinista Wenceslao Cinosi, más adelante primer violín de Alfredo De Angelis, y citamos también a Enrique Agustín Mónaco, autor del tango “Caña”, grabado entre otros por la orquesta de Juan D'Arienzo. De su vocalistas: hubo un breve paso en el comienzo de las actuaciones de Alberto Podestá, otro fue Carlos Bermúdez, también Guillermo Rico y, finalmente, un ignoto en ese momento Rodolfo Alberti, hijo de Carmelo, que poco tiempo después el azar quiso que se transformara en un nombre exitoso, pero como Rodolfo Lesica, en la orquesta de Héctor Varela.

Como compositor, pocos temas, caben recordar: “Carita de luna”, tango en colaboración con José Domingo Aiello y Rodolfo Alberto Aiello (Rodolfo Lesica), que registrara D'Arienzo con Jorge Valdez, el 27 de septiembre de 1962; “Criollo de ley”, que en forma instrumental llevó al disco, en 1958, también D'Arienzo; una milonga, “Florcita porteña” y su tema de éxito, la polca “El viejito del acordeón”, ambos con José Aiello, de la cual se hicieron numerosos registros, entre ellos los de Francisco Canaro con Roberto Maida (12 de mayo de 1936), Francisco Lomuto con Jorge Omar (23 de abril de 1936), también Mercedes Simone (23 de mayo de 1936). El músico y humorista Mario Pugliese (Cariño) dejó inconclusa una letra para la polca “El viejito del acordeón”.

Palabras de su hijo Oscar para el final: «Su obra fue modesta, pero no el amor que le profesó al tango toda su vida, que compartió con amigos y colegas y supo transmitir a sus hijos».

Extraído de su libro El tango, el bandoneón y sus intérpretes, Tomo III.