Juan María Solare

Nombre real: Solare, Juan María
Pianista, director y compositor
(11 agosto 1966 - )
Lugar de nacimiento:
Buenos Aires Argentina
Por
Ricardo Bruno

olare ocupa una posición singular en la evolución del tango. Este no es un juicio de valor, sino que intenta ser una descripción: su tango no es el tango del siglo pasado, ni quiere serlo. Ya Piazzolla prefería hablar de música ciudadana para evitar resbalosas clasificaciones; en el caso de Solare, la expresión sonido urbano es más adecuada, para no bocetar una definición que posiblemente quedaría obsoleta en pocos años, porque estamos hablando de un artista en plena evolución.

La educación formal de Solare en el Conservatorio Nacional de Música, hoy IUNA, Instituto Universitario Nacional del Arte, está enraizada en la música clásica, como pianista y como compositor. Esto, que es audible para oídos atentos, es además uno de los puntos fuertes de su sonido: la famosa roña tanguera, en su caso, es una roña limpia.

La pregunta clave es ¿Por qué yo tengo que escuchar a Solare? ¿Qué me aporta? Respondo: cualquier compositor aportará algo en la medida que su música sea sincera y no copie demasiado a otros; aportará en lo que tenga de específico y lo diferencie de sus colegas. Busquemos entonces esa especificidad.

Vamos a encontrar la música de Juan María Solare en algún punto entre la música clásica de vanguardia y el tango nuevo, como dos polos o dos atractores que definen un campo magnético:

Así como Piazzolla tenía de modelos a Ginastera, Bartók o Stravinsky, como compositor Juan María Solare tiene como figuras de referencia (reconocidas) a Karlheinz Stockhausen, Luciano Berio o John Cage, compositores de la vanguardia clásica. Un ejemplo claro de esta interacción entre la música experimental y el tango nuevo es “Gertango para violín solo”: esta obra se basa en ritmos típicamente tangueros, y en sonidos, ruidos y efectos instrumentales que surgen inequívocamente del tango piazzolliano (la lija, los pizzicatos tamburo, el látigo) pero combinados (es decir, compuestos) de manera tal que el resultado final no es nada que se parezca a un tango tradicional. Afortunadamente, agreguemos; porque si lo que buscamos es escuchar tango tradicional, pues no lo busquemos en la generación de los que intentan alejarse de ese tango tradicional. ¿Será tango progresivo? ¿Simplemente tango de hoy?

Tomemos como ejemplo la versión que Juan María ha grabado en piano solo de “Melodía de arrabal”, de Carlos Gardel. Solare no intenta competir con Gardel en su propio terreno (lo cual sería muy poco prudente), sino hacer con su piano lo que es imposible hacer con la voz humana. Por eso, en su versión pianística de “Melodía de arrabal” aparecen elementos rítmicos (yumbas pugliesianas, incluso cierta violencia percusiva): no se busque en Solare una imitación, sino una mirada hacia aspectos aún no oídos en obras muy escuchadas. (“Melodía de arrabal” es parte del álbum Gardel al piano, lanzado simbólicamente el 24 de junio de 2014).

¿Se puede bailar el tango de Solare? Sí, se puede. Al menos muchos de ellos. De hecho ha escrito una categoría de tangos, milongas y valses bailables (humorísticamente, él los denomina «mercenarios») que se los reconoce con facilidad porque tienen títulos que surgen del argot rioplatense (no necesariamente del lunfardo), tales como “Sale con fritas”, “Se va a poner fulero” o “Batime la justa”.

Solare también ha incursionado en el tango electrónico, con títulos tales como “Glosa por la rosa” o “Retiro, 5:55 am”. En estos casos, se acerca al rock latino. A diferencia de muchos grupos de tango electrónico donde lo que define al género es el uso de una máquina de ritmos (mutatis mutandis como en la música disco), lo esencial en los electrotangos de Solare es que incluye sonidos de síntesis (es decir, que no emulan sonidos instrumentales). Durante una larga entrevista con Eduardo Aldiser, Solare usó esta alegoría: «Si, metafóricamente, los sonidos instrumentales son lo que dice el pianista, los sonidos electroacústicos son lo que piensa».

Otro de los subgéneros tangueros de importancia en el que Solare ha incursionado, y con varias decenas de obras, es el género vocal. «Desconfío de los seres humanos que no cantan», ha declarado en alguna entrevista. Algunas de sus melodías serán fáciles de cantar, otras requieren un cantor profesional - como en todo. Entre los letristas de sus tangos-canción se cuentan Javier Adúriz, Pedro Lastra, Alfonsina Storni, Luis Alposta, Francisco de Quevedo (siglo XVI, ¿por qué no?), Ricardo Bruno, Meri Lao y el propio Solare.

He dejado para el final los aspectos biográficos, no porque sean totalmente inútiles, sino porque son los menos esenciales: todo músico ha estudiado con alguien, ha tocado aquí o allí, ha ganado este u otro premio; y al final todas las biografías son casi iguales, con ligeros cambios de nombres, lugares y fechas.

Solare nació en Buenos Aires y vivió en el mismo vecindario que Aníbal Troilo hasta los 26 años, en cuyo momento obtuvo una beca del gobierno alemán para realizar estudios de posgrado en Alemania, donde tiene actualmente su centro de operaciones. En la universidad de Bremen dirige la Orquesta no Típica desde 2002; lo cual transforma a Bremen en una de las pocas ciudades europeas donde el tango se enseña a nivel universitario. Ha compilado y arreglado para la editorial Ricordi de Munich cuatro álbumes de partituras de tango de diferentes épocas (desde la Guardia Vieja hasta nuestros días), y ha participado en numerosos festivales internacionales de tango (Granada, Sevilla, Seinäoki en Finlandia, Bariloche). Ha grabado —además del álbum Gardel al piano mencionado anteriormente— el ya mítico disco solista Tango monologues, el CD Tango nomade, junto con el saxofonista Eduardo Kohan, y el breve Acuarelas junto al río inmóvil (piano solo). Y los que vendrán.