Manuel Ferradás Campos

Nombre real: Ferradás Campos, Manuel Enrique
Letrista y periodista
(8 agosto 1913 - 20 abril 1986)
Lugar de nacimiento:
Formosa Argentina
Por
Héctor López
| Néstor Pinsón

i algún muchacho bastante cargado de años, que gusta del tango —aunque en este caso el ejemplo no lo fuera—, se le dicen estos pocos versos:

Rumbo a Siberia mañana
saldrá la caravana
quién sabe si el sol
querrá iluminar nuestra marcha de horror
mientras en Moscú
mi Olga tal vez a otro amor se entregó.

(“Nieve”)

De inmediato les vendrá la imagen plañidera de Agustín Magaldi cantando esta canción titulada “Nieve”, con melodía del cantor y letra del titular de esta semblanza.

Pero no todas las historias de este muchacho formoseño nos llenaban de frío, ni contenían escenas futuras de sufrimiento descontrolado. Esta otra, en cambio, nos sume en un cuartito tibio de placer:

Yo sé que habrá una noche
feliz en mi existencia
será la noche aquella
triunfal en mis amores
yo sé que habrá una noche
en que vendrás a mí.

(“Será una noche”)

Esperanzadora letra que, seguramente, tendrá el final soñado y que hemos escuchado más de una vez, por la orquesta de su compositor, José Tinelli y la interpretación de su esposa, la cantante Chola Bosch. Todo muy romántico. Vayan estas primeras líneas para ubicar al lector.

Recién con la llegada de la mayoría de edad se decidió a dejar sus pagos y viajar a Buenos Aires. Quería ser periodista, y la búsqueda fue dando resultado. Comenzó como cronista de deportes, prosiguió hasta arribar a reportero de varios diarios de la época como: Última Hora, El Nacional, El Pregón, El Diario, Clarín, hasta llegar a la dirección de revistas del medio artístico como Radiolandia, Antena y Radiofilm.

Escribió obras para ser emitidas por radio y otras para el teatro. Rumbeó para el sindicalismo y fue secretario de la Asociación de Periodistas e integró los directorios de Argentores, de SADAIC, de APTRA, donde se le ocurrió proponer «Martín Fierro», como nombre de los premios a entregar, a partir de ese momento, para televisión y radio. También fue presidente de la Sociedad de los Autores de Radioteatro.

Pero su nombre impactó por su tarea autoral. Se inició con “Sol”, con música de Osvaldo Pugliese. Luego “El poema en gris”, que tiene un bellísimo registro en Cuba del Trío Argentino (Irusta-Fugazot-Demare) y “Los cisnes”, ambos musicalizados por Eduardo Pereyra. “Diez años”, con música de Cayetano Puglisi y Pascual De Gregorio; “Embrujamiento”, con Ricardo Malerba y Dante Smurra; “Se marchita un clavel”, “Música de ensueño”, “Un buen recuerdo”, todas con José Tinelli.

Su esposa durante décadas fue también autora, compositora y cantante, Maruja Pacheco Huergo.