Celia Deza

Nombre real: Deza, Celia
Cancionista, cupletista y actriz
(n/d - n/d)
Lugar de nacimiento:
Santander (Cantabria) España
Por
Ubaldo Tuqui Rodríguez

s extraño que no exista una biografía completa sobre Celia Deza, considerada en Barcelona a fines de los años 20 como «La reina de los varietés». Ella era amada tanto por el público como por críticos teatrales, periodistas e intelectuales.

Fue conocida como: La Raquel Moderna, La maga del canto criollo, La reina de los tangos argentinos, La reina del couplé, La reina de los varietés, La emperatriz de los tangos argentinos.

Celia fue sinónimo de tango y de cuplé bien cantado, sin embargo, salvo algún artículo escrito por Javier Barreiro o alguna breve referencia en libros sobre tango en España no hay información sobre ella, siendo una de las cancionistas de tangos más importantes que tuvo España a quien se definía como «La mejor intérprete de aires argentinos».

Su familia estaba relacionada con el arte teatral; su hermana, Mary Deza era bailarina excéntrica y participaba junto a Celia en el varieté, destacándose años más tarde, como primera bailarina y Julita Deza, su hermana menor, también bailarina, formaba parte del cuerpo de baile del Teatro Romea.

Su debut como cupletista se produjo en el Teatro Maravillas el 27 de enero de 1923 como documenta el diario La Correspondencia de España junto a grandes figuras de la canción como Carmen Garrido, Raquel Meller y Ramper. Actuó ese año en el Teatro Price y en el Teatro Romea.

Los diarios de la época decían sobre ella: «Celia Deza triunfó desde la primera noche, porque tiene una voz muy bonita y sabe dar colorido a cuanto interpreta. En “Novios y maridos” de Romero y “El muñeco de Rosina”, de Yust hace dos verdaderas creaciones...» «La genial estrella de la canción, verdadera revelación del arte del cuplé Celia Deza».

A partir de 1925 amplía su repertorio y comienza a cantar canciones argentinas y tangos, podía leerse en el diario El Imparcial sobre su actuación en el Teatro Maravillas; «... a Celia Deza, la de canciones argentinas, dichas de modo admirable». Ese año también participa en Radio Ibérica interpretando los temas “Tuna escolar”, de Agüero y Novacasa, “Por qué te quiero”, de Arturo Cuyás de la Vega y Manuel Bertrán Reyna, “Los rivales”, de Agüero y Novacasa, “Pavasos”, de Bolaños y Prieto y “Potro lindo”, de Agüero y Gravina.

En 1926 participó en la compañía de Revistas Hispanis Maravillas Girls presentan Camaleon espectacle, en el que Celia Deza canta con muy buen gusto tangos argentinos.

Fue portada en varias ocasiones de la revista El Tango De Moda, en ella podemos ver a Celia personificando a distintos gauchos argentinos. En las fotos podemos apreciar que cuida mucho su vestimenta y su imagen. La vemos con chambergo, pañuelo, chaleco, chiripá, bombachas y botas con espuelas, rebenque, poncho y pelo corto y un rostro muy femenino y cuidado. En los diarios podía leerse sobre su figura: «Tangos que canta y viste con gran perfección» o «Realzan el mérito de Celia Deza el lujo y propiedad del vestuario con que reviste sus creaciones, así como la suprema distinción de su trabajo».

En el diario El País, de Lleida del 24 de octubre de 1927, en la columna Ráfagas hay un artículo firmado por el periodista T. Renán (Ramón Xuriguerra) en el que define a Celia como cupletista, habla de una mujer muy especial: «Los ojos, la voz, el arte. Juega con estos tres factores y vence». El periodista cuestiona su ingreso al tango porque está cargado de términos lunfardos y vocabulario vulgar que no devuelve lo que ella es, rescata el valor de su figura absolutamente femenina, su belleza y su gracia natural. Cantaba un tema que sedujo a Ramón llamado “Por qué te quiero”, de Cuyás y Bertrán, cuyos versos decían: «Me dices por qué te quiero, ¿No sabés que soy mujer?...»

Celia tenía una personalidad única que le encantaba a la gente, era simpática, cantaba muy bien y solía repetir con gusto los temas que el público le solicitaba. Fue una mujer muy cercana a los sentimientos de los españoles, solidaria, siempre colaborando con causas nobles. Era artista de varieté y sentía orgullo de eso, un género al que siempre le fue fiel. Cantaba con mucho éxito en los cines realizando números en vivo antes o después de las proyecciones de las películas.

Se la presentaba como cantatriz, un término que nunca había escuchado y cuyo significado es «Mujer que se dedica profesionalmente a interpretar canciones».

Nunca dejó de trabajar. Lo hizo junto a grandes cómicos como Alady, Xalma y Ramper. En 1932 era considerada «vedette de la canción», compartiendo escenario junto a Carmelita Aubert. Tanto como cupletista como cancionista de tangos inspiro a varios escritores y periodistas a tenerla en cuenta en sus memorias o en sus poesías.

Álvaro Retana comentaba que aparecían nuevos tangos y figuras y Celia se mantenía «inhiesta», siempre en renovación sin dejarse abatir ni por competidoras ni por el tiempo incluso que cantaba victoria cuando se la comparaba con elementos procedentes de la Pampa.

En marzo de 1932 Celia trabajó en la obra Las secuestradoras junto a Laura Pinillos, Nena Rubens y Sara Fenor en el Teatro Cómico de Barcelona. En 1939 cantó en el Teatro Barcelona en Espectáculo CIFESA compartiendo escenario junto a Miguel de Molina. En 1951 participó del espectáculo ¡Tiempos felices! en el Copacabana junto a Alonso Rivero y su orquesta y la Orquesta Demón. En 1953, Celia intervino en el espectáculo Folies Chez Demón, función tarde y noche junto a Michele Richard, Aida y Elena Maya y el ballet Les Trejov.

No grabó muchos discos. He localizado solo cuatro títulos: el cuplé “Segadora”, de D. Villan y V. Quiros y el tango “Recuerdo [c]”, de Novacasa ambos temas acompañados por el pianista Jesús Caballero para el sello Regal en 1931, la canción “La rumba del Camagüey”, de la obra Las secuestradoras sello Odeón en 1931 y el pericón “Caballito volador”, de Sixto Cantabrana Ruiz y José Legaza con la Orquesta Típica Lizcano sello Odeón en 1942.

La voz de Celia era muy agradable. En el cuplé “Segadora” y el tango español “Recuerdo [c]”, grabados al comienzo de su carrera, hay una marcada preferencia hacia lo lírico, tiene gran caudal y buena técnica, transmite emoción y pasión por lo que canta. En “Caballito volador” tiene buen fraseo, una dicción clara y mucha gracia. Demuestra que puede adaptarse a cantar junto a otras personas.

En cine participó en junio de 1951 de la película La forastera dirigida por Antonio Román e interpretada por Elena Barrios, Conrado San Martín y Enrique Guitart, con música de Ramón Ferrés estrenada en el Cine Rex de Madrid el 3 de marzo de 1952.

He rastreado en distintos periódicos españoles y la última actuación de Celia Deza en un espectáculo fue en el Atelier Club, la boite elegante de Barcelona, el 1 de junio de 1955. Actuaba todos los días a la tarde y noche con Sandy Trío, alternando con Tete Montoliú y José Puig. El diario La Vanguardia registra que su última actuación en radio fue en Radio Barcelona el 21 de diciembre de 1955 a las 12:25 horas: «Actuación de la estilista Celia Deza».

«La Deza» no dejó tangos argentinos grabados en discos para poder apreciar como los interpretaba, aunque Álvaro Retana en su libro sobre varietés nos deja un valioso testimonio de aquellos que supieron escucharla en vivo, en el que dice: «Algunos supervivientes de aquella época exclaman, recordando a Celia Deza: ¡Qué bien cantaba aquella chica los tangos argentinos!»

Agradecimientos: a Josep Pons por enviarme el tema “Caballito volador”, a Carlos Porro de la Fundación Joaquín Díaz que me permitió escuchar los temas “Segadora” y “Recuerdo [c]”, a Javier Barreiro que me facilitó las revistas El Tango de Moda, a Josep Camps Arbós por enviarme el artículo del diario El País de Lleida, a José Manuel G. Martín de la Plaza, al Archivo Vasco de la Música (ERESBIL) y a la hemeroteca de la Biblioteca Nacional de España.