Por
Oscar Zucchi

studió violín con Giuseppe De Caro, el padre de los De Caro. Pero abandonó ese instrumento y se dedicó al bandoneón, teniendo como primer maestro a Genaro Espósito. Bohemio por naturaleza se dice que desaprovechó las grandes condiciones que poseía para ejecutar el bandoneón.

Actuó en varios cafés y otros locales de la zona de La Boca, Barracas y San Telmo. Uno de sus primeros trabajos fue como integrante del cuarteto de Ernesto Ponzio.

Cuenta Manuel Parada hablando de sus comienzos: «Y también estuve con el tipo más pintoresco que pasó por San Telmo, El Yepi José María Bianchi, quien, como yo era un mocoso, me cuidaba y me protegía. Él, en cambio, no se cuidaba para nada. Le gustaba mucho el alcohol. En cierta ocasión me llamó para un bautismo en La Boca. Nos daban tres pesos. Estábamos tocando “El apache argentino”, “Royal Pigall (Qué has hecho de mi cariño)”, esos temas, cuando pasó alguien con cerveza. Él tomó. Yo, no. Al rato pasó otro con coñac. Él tomó, y yo también. ¡Para qué! Lo único que recuerdo es que El Yepi me decía: “Manolito, sos de los míos”».

En 1933 se incorporó a la Orquesta Típica de la Guardia Vieja Ponzio-Bazán, dirigida por Ernesto Ponzio y Juan Carlos Bazán. Con esta participó de la puesta de la obra de Ivo Pelay De Gabino a Gardel

Tocó en el aristocrático Club General Pueyrredón, de Mar del Plata, en la orquesta de Juan Carlos Bazán. La publicidad anunciaba a la Orquesta Típica Criolla y Americana de Juan Carlos Bazán y se citaba a los integrantes: A. Fernández, en drumm (sonaba mejor que batería), Raymundo Petillo (piano), José María Bianchi (bandoneón), Bernardo Germino (concertino), Vicente Russo (violín), Pascual Mazzeo (bandoneón).

Con Lopecito se presentó en diversas obras creadas por este, en pequeñas salas de la ciudad de Buenos Aires y en numerosos pueblos del interior. Muchas fueron los conjuntos que se formaron para estos espectáculos. Por ejemplo una orquesta integrada por Nicolás Vaccaro (piano), Domingo Petillo (violín), Juan Bautista Guido y Bianchi (bandoneones) y, en algunas oportunidades, también estaban Esteban Rovatti y Vicente Sabio (violines).

En 1937, siempre con Lopecito, el Quinteto del Centenario, dirigido por Teodoro Espósito (piano), Vicente Pecci (flauta), Emilio Fernández (guitarra), Emilio Magrini (violín), Eduardo Arbol Erezcano (contrabajo) y José María Bianchi (bandoneón). Entre 1939 y 1940 el Cuarteto del 900, con: Emilio Fernández (guitarra), Vicente Pecci (flauta) y Emilio Magrini (violín).

Más tarde, 1942, siempre bajo la creación de Lopecito, integró una orquesta que actuó en LR2 Radio Argentina, con: Juan Santa Cruz (piano), Pepe Guerriero (flauta), Esteban Rovatti (violín), Humberto Canataro (guitarra), Emilio Branca, Bianchi y Luis Bossi [h] (bandoneones).

No se destacó como compositor, dejando muy pocos tangos: “El curdelón”, “El chiche de San Telmo”, “El garbanzo”, “El maramfi”, “Rica dame más”.