Carlos Alberto Anzuate

Nombre real: Anzuate, Carlos Alberto
Seudónimo/s: El Negro Carlos
Bailarín
(31 mayo 1930 - 9 noviembre 2013)
Lugar de nacimiento:
Argentina
Por
Gustavo Benzecry Sabá

ra uno de los últimos milongueros afroargentinos. Llegó al mundo cuando el swing americano entraba en su apogeo y desde joven mostró sus dones para bailarlo. Sin embargo, pudo combinar esa pasión con el candombe y el baile de tango.

«Aprendí a bailar solo, a los 12 años, en 1942, –dirá a este autor–, mirando cómo bailaba la gente en un patio, en los compromisos y casamientos. Me inicié en El Conventillo de Rawson, que abarcaba casi una manzana. Estaba entre Cangallo (actual Perón) y Sarmiento y tenía entrada por Rawson y entrada por Gascón. Allí los matrimonios se juntaban los sábados. Al lado, pegado a la puerta de Gascón, estaba el Club Almagro. A veces me subía a una medianera y veía bailar unos tíos con el sombrero puesto. ¡Eran de la época del 30!»

Poco después, entre 1953-54, Carlos Anzuate organizó bailes en el Club Mitre (Segurola 1332). «Los primeros en venir a bailar fueron Tin y Sarita, bailarines de Troilo. Después, Kalisay con la Turca Elsa, que bailaban rápido el tango-milonga y el vals fantasía –en el que los dos miran hacia el mismo frente–, y luego Cabito (Eduardo Ernesto Lopardo) con Matilde».

De a poco impuso su manera de interpretar el tango. Se fue haciendo habitué de las milongas y obtuvo reconocimiento de sus pares. Ya en la década siguiente, contra lo que muchos afirmaran acerca de la agonía de la danza de tango, explicaba que «…la gente exagera. Uno sabía adonde tenía que ir a bailar. Suele decirse que el tango estaba caído por culpa del rock and roll, pero no era tan así. Yo siempre fui a bailar. Iba al club Buenos Aires, Club Oeste, Club Chacarita, Club Atlanta. A veces veías tres filas de mujeres, pero si no sabías bailar no podías ir».

Años después, realizó exhibiciones con Carmencita Calderón. «Yo fui el último en bailar con ella. Bailamos en el Glorias Argentinas, Confitería Ideal y el Palacio Legislativo, cuando la distinguieron como Ciudadana Ilustre. Ella bailaba canyengue y es lo que bailó conmigo». Y agrega: «La postura del canyengue es la pareja formando un triángulo y el brazo en alto, porque no se pone la mano en la cintura como enseñan ahora. Hay muchos que mienten. Además, era rápido».

Después, participó de programas para el canal Solo Tango, realizó una gran cantidad de exhibiciones junto con Porota (Eufemia Cerallo), su segunda mujer, y se hizo asiduo concurrente de las milongas Sunderland Club y La Baldosa (Salón El Pial) y Glorias Argentinas. Parte de su registro audiovisual puede hallarse en YouTube y colecciones privadas.

Carlos Alberto Anzuate, o «El Negro Carlos», como lo llamaban algunos amigos, era un ameno conversador, dueño de una memoria prodigiosa y un conocedor de los estilos de tango en los barrios. Era un hombre que luchó por el reconocimiento de los aportes afroargentinos a nuestra cultura. Pero sobre todo, bailarín que supo honrar la danza a través de la buena acción.

Agradecemos a Guillermo Thorp, de Revista Diostango, por la foto

El autor es maestro, bailarín e investigador del tango danza. Es autor de Nuevo Glosario de Tango Danza, La Pista del Abrazo, Tango FAQs y Los Legionarios del Abrazo – Historia del tango danza 1800-1983. www.tangosalon.com.ar / info@tangosalon.com.ar