rancisco, su hermano mayor, le hizo estudiar música y le facilitó un piano con el que se hizo profesional, contribuyendo así a la popularidad del apellido.

Integró la orquesta de su popular hermano, pero también la propia integrada por muy buenos valores, entre ellos el gran violinista y compositor Rafael Tuegols, con la que amenizó muchas noches de bailes, cines, cabarets y otros locales (Dancing Florida, Maipú Pigall, etc.).

Quizá haya sido el que menos se destacó en la música porteña de todos los Canaro dedicados a ella. Mientras sus hermanos recorrían mundo con el tango a cuestas, él, apegado a la madre, trabajó no más allá del Gran Buenos Aires; después de la Segunda Guerra Mundial, emprendió una gira por Europa y América con su típica, regresando en 1951.

En la composición no descolló a pesar de tener algunas obras de gran aceptación en el público: “La chiruza” y “Amaneciendo”, rancheras; “Gloria”, “Alfredo”, “Con ventaja”, “El silbato”, “Santo remedio”, “¡No ensartamos ni una!”, “Viejo lindo [b]”, “Nuevas esperanzas”, “Palo verde”, “Changüí”, “Un tesoro”, “Fiebre”, “Novia mía”, “Historia sentimental”.

Como toda su familia conoció y trató a Gardel, en el ambiente musical y también particular, teniendo muy buena amistad con el recordado intérprete que le llevó al disco, ante su pedido, su obra más conocida, el tango “Gloria” que tiene letra de Armando Tagini.

Humberto Canaro nació en San José de Mayo (Uruguay) el 16 de agosto de 1896 y falleció en Buenos Aires el 26 de agosto de 1952.