oeta y autor. Primero fue poeta colaborando en diversos periódicos, después escribió canciones cuyas primeras las grabó el trío Vega-Díaz-Parada en 1923: “Tus labios rojos”, “Flor serrana”, “Lamentos [c]”, “Serenata gaucha [b]”, “Madre [b]”, “Ojos verdes”, “Serenata [c]”, “¿Por qué canto?”, “Viva Mendoza”.

Para el teatro escribió Amor que triunfa, Náufragos, Hasta el cordero más manso rompe el corral si lo asustan y la ópera Amalia con música del maestro Emilio Capizzano.

Ocupó altos cargos en SADAIC (Sociedad argentina de autores y compositores), desde los cuales era elegido para despedir a los compañeros que tomaban el camino sin retorno y en cuantos homenajes se tributaban a figuras señeras de nuestra música, entre ellos Carlos Gardel.

Requerido para este trabajo dijo: «En 1919 escribí un poema intitulado “La canción del borracho”, cuyo original puse en manos de Miguel Cafre y que luego él hizo un fragmento y le dio el título de “Tabernero (El tabernero)”, tango que desde entonces tiene vigencia y podría decirse que es la obra central de mi repertorio.

«Con Carlos Gardel, que grabó este tango en España en 1928, hemos hecho vida bohemia en franca afinidad de espíritu y sin otra intimidad que la vocación de nuestra música nacional. Al realizar su último viaje, me firmó una fotografía con esta leyenda: ¡Por la vieja amistad y tu Tabernero!».

Costa Oliveri nació en Buenos Aires el 15 de junio de 1897 y allí falleció (barrio de Villa Devoto) el 20 de agosto de 1968.