spíritu bohemio, vivió una existencia disipada; vencido por el alcohol, deambuló por este mundo hasta terminar tristemente con su destino.

Sin embargo, fue un hombre culto y todo lo que hizo, lo dio a su querido pueblo de San Fernando, desde su mocedad: dirigía los cuadros vocacionales, escribía las obras que los mismos representaban, publicaba en los periódicos de la zona, los versos que se recitaban eran suyos y todo lo que allí se hacía debía tener su visto bueno. Era un verdadero artista pues también fue pintor y dibujante, publicando asimismo algunos libros.

Camarada de Francisco Pracánico, que era el músico mimado del lugar, y atraído por el tango que por aquel tiempo era pasión y esencia de pueblo, concibió las letras de algunos que musicara aquél y cuya primera, “Madre”, se halla entre las canciones inolvidables.

A ese clásico tango le sumó “Sombras”, muy famoso también, “Perdóname Señor” y “Pobres flores”, que con músicas del mismo compositor fueron grabados por Carlos Gardel a quien habrá tratado seguramente.

Servetto nació en San Fernando (provincia de Buenos Aires) el 21 de diciembre de 1885 y allí falleció el 26 de enero de 1947.