on Rosas rojas, pieza estrenada por aquella gran actriz que se llamó Angelina Pagano en el teatro Marconi el año 1924, se inició como autor teatral.

Luego, debido al auge del sainete, se inclinó por ese género y estrenó por medio de las mejores compañías Viejo rincón, El gringo de los mosaicos, Media noche en la ribera, Palermo (Competidores y montas), La plata del gringo, Locos de la radio, El clásico del amor, Cume la barca de Bachicha, Ilusiones del viejo y de la vieja, El bajo está de fiesta, Mi marido me da alergia, Latigazos, Me juego la vida, Yo te protejo, che, Ensalada rusa, Que siga el casamiento, Guapos de la guardia vieja, Matrimonios sin hijos, El príncipe de la fiaca, Locoloco y su familia, Redoblonero, Pandereta, El mimoso de papá, La voluntad del finao, escritas la mayoría en colaboración con Hermido Braga e interpretadas nada menos que por Muiño-Alippi, Arata-Simari-Franco, Olinda Bozán, Paquito Bustos, León Zárate, Pierina Dealessi, Mario Danesi, Leonor Rinaldi.

Para El bajo está de fiesta escribió dos tangos con su colaborador Braga “La traición” que cantó la actriz Encarnación Fernández y grabó posteriormente Ignacio Corsini, con música de Carlos Vicente Geroni Flores, y “Palermo” creado por Olinda Bozán e inmortalizado a través del disco por Carlos Gardel.

Al respecto relató para esta recopilación: «El tango “Palermo” se escribió para Olinda en el estreno de El bajo está de fiesta el 1° de marzo de 1929 en el desaparecido teatro Comedia. Aunque ya conocía a Gardel por sus actuaciones, me fue presentado esa noche. Presenciaba el estreno con unos amigos y al finalizar la representación pasó al escenario para saludar a los artistas y felicitarlos.

«Con aquel desborde de simpatía, con su sonrisa franca y jovial le preguntó a la Bozán: —«Che Olinda, ¿quién es el autor de la obra?», y Olinda señalándome, le contestó: —«Uno de los autores es ese pibe».

«Yo soy más bien bajo, y en esa época pesaba cincuenta kilos y aparentaba tener menos edad de la que tenía. Gardel me estrechó la mano, con el afecto que regalaba a todos los que gozaban de su amistad y me dijo: «Te felicito, pibe, muy bien la obra, y el tango, fenómeno. Será un gol, viejo. Pero con esa pinta y lo que manyás de burros, si te hacés jockey nos llenábamos de guita».

«Todos los presentes festejaron la salida. Él era así, la letra de uno de sus tangos, con la música de su corazón bondadoso».

Villalba nació en Cádiz (España) el 1 de julio de 1898 y falleció en Buenos Aires el 2 de marzo de 1983.