ue integrante por mucho tiempo de la orquesta del teatro Apolo, que dirigía Antonio Scatasso, como bandoneonista, pues esa era su profesión, y secundó a varios cantores en la época que pululaban por los varietés porteños.

Conoció a Carlos Gardel por el año 1920 pero fue en 1931 que por sugerencia de Guillermo Barbieri pasa al cuadro de guitarristas acompañantes del cantor. Junto a Riverol, Pettorossi y el citado Barbieri hasta fines de 1933 en que Gardel emprende su último viaje está al lado del Mago menos el año 32 que aquél estaba en Europa.

Al producirse la tragedia de Medellín lo reporteó el diario Crítica y sobre Gardel se manifestó así: «Conocí a Carlitos hace cosa de 15 años, siendo yo guitarrista de un dúo en el cual estaba también Riverol. Finalmente lo encontré en París cuando se hallaba entregado a sus tareas cinematográficas y me comprometió para trabajar a su lado al regresar a la Argentina. Y así fue.

«Nos hallábamos en Montevideo, poco tiempo antes de su partida para los Estados Unidos, después de haber hecho dos giras triunfales por todo el interior de la República Argentina; sabiendo ya que viajaríamos al país del norte, cuando un amigo de Carlitos insistió en recomendarle a Aguilar, por el cual me reemplazaron para acompañarlo. Lamenté mucho no poder haber hecho esa campaña que ha terminado trágicamente, al lado de tan buenos compañeros, de cuya desaparición no me consolaré nunca».

Luego de la desaparición de sus camaradas siguió actuando alternativamente como bandoneonista y guitarrista, formando orquesta para actuar en Chile y otros lugares argentinos.

En la composición debutó en 1917 con el vals “Brisas primaverales” y se le deben obras como “El olivo”, tango que hizo con Scatasso y letra de Carlos Cabral; “Salto mortal” y “Quejas del alma [b]”, tango y vals respectivamente con versos de Juan Mazaroni; “Amante corazón”, vals con letra de Roberto Marano que son las que llevó al disco Carlos Gardel.

Otras: “El borracho [b]” (estrenado por Gardel), “Alma [b]” (grabado por Rosita Quiroga), “Racha fulera”, “Flor extraña”, “Tan tan cartero”, “Las últimas lágrimas”, “El franco”, “Mi rodar”, tangos; “Sueño divino”, “Porque te quiero”, valses.

Domingo Julio Vivas nació en Buenos Aires el 12 de mayo de 1895 y falleció allí, el 15 de junio de 1952.