ació en el barrio de Floresta, lado oeste de la ciudad de Buenos Aires, y hoy es más recordada por su militancia política que por su hermosa y sugestiva voz.

Fue una cantante de las de antes, con toda la fuerza y el sentimiento del mejor tango.

Pudo haber sido una estrella porque tenía todas las condiciones para serlo. Era afinada, tenía buen gusto y una voz aterciopelada y por instantes brillante, que nos recuerda el estilo de las grandes cantantes que la precedieron.

Pero en el mejor momento de su carrera, su pasión política pudo más que su vocación artística y dejó de cantar.

Debutó como cancionista de tangos en 1931 por LR3 Radio Nacional (posteriormente denominada Radio Belgrano), lo hizo acompañada por un trío de guitarras y después por el Trío Sureda. En 1932, actuó en LS3 Radio Mayo y en LS5 Radio Rivadavia, en esta oportunidad la secundaron las guitarras de Humberto Canataro y Roberto Marcos Pedretti.

En 1934, sus presentaciones en Radio Nacional las hacía con el respaldo de la orquesta de Alberto Gambino. Al año siguiente por Radio Prieto y Argentina, con un trío típico, de violín, piano (Francisco Trópoli) y bandoneón (Minotto Di Cicco).

En 1936 se consagra en Radio del Pueblo y registra su primer disco para el sello Odeón, acompañada por guitarras con los temas “Castigo” (Juan Canaro y Luis Rubistein) y “Sueño fue” (Luis Rubistein y Jesús Fernández Blanco).

Ese mismo año canta junto a Oscar Alonso en la orquesta de Horacio Pettorossi, en Radio Mitre.

Salvo breves giras por el interior y por algunos países vecinos, su trayectoria fue radial. En el año 1937 se presenta con las guitarras de Jaime Vila, Antonio Ciaccio y José Cortecce, en sus actuaciones por Radio Belgrano, Mitre y Porteña, emisoras que estaban en el mismo edificio.

En 1949, contrajo matrimonio con el pianista y director de orquesta Francisco Rotundo.

Una anécdota: Radio Stentor organizó, con el auspicio de la firma Metrópolis, un concurso para reconocer a la nueva directora de su orquesta típica. A tal fin publicó una fotografía de la dama en cuestión, en una revista semanal. Las cartas con el nombre correcto fueron sorteadas y la ganadora se llevó un cheque y su foto fue publicada en la nota. Esa directora era Juanita Larrauri. Era su debut, desconocemos si se produjo, de la cantante en una nueva faceta.

Entre varios conceptos insulsos que contenía la mencionada nota, se destaca el siguiente párrafo: «En plena etapa de renovación se encuentra nuestra artista que pocos días antes había debutado en Stentor, al frente de una compañía radioteatral realmente excelente, lo cual se suma al hecho de ser una célebre cancionista y ahora también actriz y directora orquestal».

En definitiva, una artimaña publicitaria para dar realce y mejor significado a una simple nota periodística en una revista del medio artístico.

A partir de la llegada del General Juan Domingo Perón al poder, Juanita adhirió fervientemente a su causa y desarrolló desde ese momento una intensa y prolongada actividad política. Esto la obliga a suspender sus actuaciones, que retoma por muy poco tiempo en las radios Municipal, Del Estado y Belgrano, pero luego abandona definitivamente su carrera.

En la política ejerció diversos cargos. Eva Perón la eligió para organizar la rama femenina del Partido Justicialista a nivel nacional.

Cuando por la Ley 13.010 del año 1947 se instituyó el voto femenino y la consiguiente posibilidad de elegir candidatas mujeres, fue electa Senadora por la provincia de Entre Ríos, para el período 1952-1958, mandato que fuera interrumpido por el golpe de estado que destituyó al Presidente Perón en 1955.

El tiempo la convirtió en una de las máximas dirigentes de la rama femenina del movimiento, en todo el período de la resistencia peronista. Nombre que se le dio a la etapa de lucha popular, que se produjo como reacción al gobierno militar del general Pedro Aramburu.

Juanita grabó el tema partidario “Evita Capitana” y en el año 1972 se dio el gusto de volver al disco, esta vez un larga duración titulado “Canto para mi pueblo”, con 12 temas, acompañada en algunos casos por guitarras y en otros por la orquesta dirigida por Tití Rossi. Los temas fueron: “El ciruja”, “La cumparsita”, “Julián”, “Morena Clara”, “Nueve de Julio”, “La piba de Mano a mano” y “Anoche”, entre otros.

“La piba de Mano a mano” pertenece a Tití Rossi y Juanita Larrauri. Y “Morena Clara” es de Juan Mostazo, Quintero y Guillén.

Al escuchar estas grabaciones podemos comprobar, que pese al paso de los años, la intérprete conservaba la calidad y la expresividad de su voz.

Quiero con esta breve semblanza rendir homenaje a una mujer que prefirió pelear por sus ideales, resignando el futuro venturoso que -seguramente- hubiera merecido su carrera de cancionista de tango.