Por
Vicente Rodríguez

l violonchelo ha tenido escasa preponderancia en la historia del tango, sin embargo, hay una larga lista de grandes intérpretes comenzando por José Bragato, posiblemente el más nombrado en las últimas décadas. También, es de absoluta justicia destacar a Alfredo Citro, Ascanio Donato, Enrique Lannoo, Florencio Gianneo. Pero el nombre trascendente, por sus conocimientos musicales y por estar ligado al tango desde sus mismos inicios es el del protagonista de esta nota: Nerón Ferrazzano. Son muy pocas las noticias que tenemos de él, por eso es tan importante este aporte de Vicente Rodríguez, publicado en Estudios de tango, en su edición de julio-agosto de 1972.

«Existen, hasta el año 1920, muy pocos antecedentes en el tango sobre el uso del violonchelo. Como pioneros podríamos citar al Alemán Fritz y a Alberto Paredes, ambos integrantes de conjuntos dirigidos por Eduardo Arolas, durante 1916 y 1917. El primero también estuvo en un conjunto del excelente pianista y compositor José Martínez.

«Pero fue Ferrazzano, con sus condiciones descollantes, quien instaura en forma estable el instrumento en las orquestas típicas. Sus estudios, a partir de 1916, fueron con el profesor italiano Egidio Bolognini, padre de los músicos Astor Bolognini, Remo Bolognini y Ennio Bolognini.

«Su primera actuación fue en el cine Primera Junta, de la avenida Gaona, en el barrio de Caballito, formando parte de un trío y haciendo un repertorio clásico.

«Comienza a acercarse al tango, a intentar la creación de alguno, pero su iniciación recién se concreta cuando regresa de Europa su hermano Agesilao y forma el rubro Ferrazzano-Pollero. Resulta interesante mencionar sus componentes: Salvador Grupillo y Nicolás Primiani (bandoneones), Agesilao Ferrazzano, Eugenio Nobile y Alfredo Mazzeo (violines), Nerón (chelo), Olindo Sinibaldi (contrabajo), Julio Pollero (piano) y Salomón Nisguritzer (batería). Este conjunto tuvo varios cambios y su trayectoria no fue extensa.

«El año 1928 lo encuentra formando parte de la orquesta de Anselmo Aieta, que estaba actuando en el cine Hindú, de la calle Lavalle al 800. En una sola ocasión integra el sexteto de Julio De Caro para un baile, en donde interpretó solos de chelo en “La cumparsita” y en “Chiqué”.

«Ese mismo año es requerido por Pedro Maffia. Permanece en esa formación ocho años, con algunos intervalos. Allí, en un principio, utilizó un chelo corneta, luego volvió al instrumento tradicional.

«Más adelante ingresó al conjunto de Osvaldo Fresedo, por siete años. Desde 1947 actuó en la orquesta de Pedro Laurenz y finalmente con Horacio Salgán. También formó parte, hasta su jubilación en 1963, de la orquesta estable de Radio Splendid dirigida por Francisco Trópoli.

«Recorriendo las grabaciones de la orquesta de Pedro Maffia se puede apreciar el magnífico sonido de su instrumento, en las ocasiones que fue requerido.

«Como compositor su labor no fue fecunda, ni sus creaciones mayormente destacadas. Según las partituras consultadas, encontramos: “Alondra”, con letra de García Jiménez, cuya dedicatoria dice: «Al jockey pibe Lemita», fue cantado por Agustín Magaldi, aunque no llegó al disco; “Buena yunta”, con letra suya, en la edición primera de 1927, pero en la posterior de 1929, hay otra letra que firma Luis Rubistein, fue estrenado en el cine Hindú por Los Siete Ases, el ya mencionado conjunto de Aieta, donde estaban Juan D'Arienzo y Luis Visca y, fue registrado en forma instrumental por Osvaldo Fresedo, en 1926; “Casa de muñecas”, canción de cuna con letra de García Jiménez; “Chelín”, grabado por Fresedo en 1923 (en una posterior partitura su título es “Aladino”); “El chinchorro [b]”, que también registró Fresedo en 1923; “La china linda”, zamba con letra de Celedonio Flores».

También le pertenecen: “Mirtha”, dedicado a su hija; “Ofrenda” y “Pobres violetas”, con versos de Antonio Polito; “Olvídala”, con Oscar Roma y “Quimera juvenil”, con música y letra propias.

«Existen otros títulos pero son poco significativos. Como curiosidad, le adjudican ser el verdadero autor de “Una tarde” y “Cuando tú me quieras”, pero ambos pertenecen —y así figuran registrados— a su hermano Agesilao, en colaboración con Julio Pollero».