Alma

Tango 1932

Tangotexte: Juan Sarcione

Alma, que al cruzar la vida
ibas convencida
de hallar un amor;
alma, que soñaste ufana
ver en tu mañana
dicha y esplendor.
Alma, que el arrullo suave
de tu sueño de ave
se trocó en dolor;
alma, nunca desesperes
porque si tú mueres
matarás mi corazón.

Y en el crisol
de tu arrebol
quise ligarme a tu alma.
¡Porque te amaba, dulce cariño mío!
Fue un sueño vano... Fue amargo despertar...
Porque al nacer
ese querer
sólo perdí la calma,
y nunca más he de poder olvidar
todo el encanto de tu mirar.

Y sin piedad
a tu orfandad
vino a sumirme el sino,
y en el naufragio de todos mis anhelos
hoy vaga mi alma, transida de su penar...
Y en mi canción
va mi perdón
para quien fue tirana
y quiera Dios llegue la dicha sin par
tus blancas sienes a coronar...