Tucumana

Zamba

Tangotexte: Alfredo Navarrine

Bajo de un naranjo en flor
te vide una mañanita,
y al mirarte tan bonita
hice como el picaflor,
puse un beso en tu boquita,
tucumana de mi amor.
Sí, ¡ay!, bajo del naranjo en flor.

Desde que te conocí
ni a mi madrecita quiero.
Dicen que soy un matrero
y naides me quiere a mí.
Y yo todo lo tolero
por estar cerca de ti.
Sí, ¡ay!, desde que te conocí.

Te han dicho en una reunión
de que yo no sé quererte,
si quisieras convencerte
aquí tenís mi facón,
y hasta que me des la muerte
clavado en mi corazón.
Sí, ¡ay!, aquí tenís mi facón.