Caras y caretas (El canillita)

Tango

Tangotexte: Carlos Saborido

¡Pobre muchachito canillita!
Grita sin cesar
su mercancía,
procurando con esfuerzo
llevar a su pobre hogar
gran alegría;
aunque tiene ya su débil cuerpo
roído por el mal
que ha de serle fatal.
Solo piensa que su sacrificio
por la madre y los hermanos
es para él un ideal.

Como las flores marchitas
que sus hojas dan al viento
débil aliento
le queda ya,
Caras y Caretas vende
para ganar los centavos
con que aliviar
la situación
del pobre hogar.

Llena está su mente de ilusiones
y espera con fe
siempre suspensa,
que la vida reconozca
que merece recibir
su recompensa,
es grande su sacrificio
que impuso el amor
por ver dichoso su hogar
y poder calmar el llanto
de los pobres hermanitos
que a la triste madre piden pan.