Celos

Tango

Tangotexte: Luis Rubistein

Noche. El viento silbó su canción
doliente como una pena
y en las tinieblas del fatal callejón
una voz que dijo así, se oyó:
Como a un hermano, te vengo a rogar
porque te sé de alma buena;
te juro... vine a pelear
¡tengo celos, hermano... vamos a hablar!

Ayer nomás, mi mujer confesó
lo que hace tiempo en sus ojos viché.
Te quiere a vos y te ruego por Dios
tené compasión. No me la robés...
Yo sé que vos ni pensaste en su amor
y yo la quiero, bien lo sabés.
No dejés que el dolor
me consuma las fibras de mi ser.

Viejo. Vos sos un muchacho de ley
y sé que harás la gauchada.
Por mi pebete que es mi vida y mi amor:
no te la llevés... Haceme el favor.

Luego, en las sombras de aquel callejón,
una promesa sagrada
selló la amistad del rival
como emblema malevo, de corazón.