eriodista, escritor y autor. Sus primeros versos los publicó en revistas porteñas y en 1912 da a conocer su primer libro, Arpegios dolientes, con hermosísimas poesías. Luego aparecieron El poema sangriento en 1918; Puños argentinos en 1949; Lluvia de lanzas en 1959; diversos folletos sobre el box argentino y algún otro libro cuyo título lo llevó al olvido.

Su especialidad dentro del periodismo fue la de cronista de boxeo y como tal colaboró en casi todos los diarios de Buenos Aires, alguna revista deportiva y las ondas de radio La Voz del Aire, Porteña y Rivadavia.

Para la musa popular escribió variadas canciones, la mayoría con músicas de Antonio Polito, desde la primera que hizo, la zamba “Tu promesa” del año 1924 que grabara Ignacio Corsini. Otras las grabaron Virginia Vera, Magaldi-Noda, Rosita Quiroga, o las orquestas de Roberto Firpo, Francisco Pracánico, Francisco Canaro.

Su tango “Destino [b]” es lo único que le grabó en discos Carlos Gardel por lo cual dijo en 1962: «Mi primer trato con Gardel fue por 1922... Allá por 1924, Antonio Polito me pidió que escribiera unos versos para un tango que había compuesto y que Gardel le había pedido. Acepté la propuesta y cumplí.

«Pasó un mes. Pregunté a Polito por el resultado; me contestó que no había visto al famoso cantor. Pasó otro mes, igual. No me preocupé más de los versos. Pasó un tiempo más y una mañana me llama Polito por teléfono a la redacción del diario El Telégrafo. Me invitó a ir a su casa y cuando llegué me dijo: «Debo hablarte con sinceridad. Tus versos estaban medidos a la música, pero dudaba que le pudieran gustar a Gardel por ser demasiado delicados» «Entonces ¿qué pasó?», pregunté. Y Polito sonriente, repuso: «Estaba en la casa de Gardel y en el armonio que tiene ensayé el tango “Destino [b]”. Carlitos escuchaba con atención y de pronto me pregunta: «¿Tiene letra este tango», y yo sacando tus versos del bolsillo del saco, agregué: «Sí, es ésta».

«Los leyó Gardel y al terminar exclamó: «Al fin tengo unos versos que me gustan. Ya era tiempo que terminaran con la musiquita del conventillo, de la percanta y del cabaret».

El teatro argentino también le debe algo pues su obra El vuelo invertido, premiada en un concurso del diario La Montaña, en 1920, la estrenó la compañía Cicarelli- Cerude en el Teatro Pueyrredón, amén de otras, y dirigió las revistas teatrales Bambalinas y El teatro argentino.

Imperiale nació en Buenos Aires (barrio de Montserrat) el 8 de noviembre de 1887 y allí falleció el 4 de julio de 1963.