n su profesión de músico se enroló en los conjuntos típicos desde temprana edad y lo vieron así en los principales locales donde se rendía culto a la música popular, entre otros, los famosos cafés El Parque, El Nacional y ABC.

Alguien que conocía sus cualidades de poeta, le insinuó a escribir canciones y el tango desde entonces lo contó vocal e instrumentalmente.

Fue amigo entrañable de Carlos Gardel y precisamente una de sus primeras letras, el tango “Noche fría”, lleva música del dúo Gardel-Razzano.

Además del citado, el cantor llevóle al disco “Recordándote” y “Viejo curda” que musicara su guitarrista Guillermo Barbieri; “Mi diosa” con música de Francisco De Caro; “Amurado” con la de Maffia y Laurenz; “Cotorrita de la suerte” musicado por Alfredo De Franco; “La casita está triste” con música de Luis Bernstein y “Aquel muchacho triste” con música propia; casi todos éxitos de siempre.

A propósito del citado en último término, una vez grabado por Gardel, llegó eufórico a su casa con el disco de prueba gritando: «¡Me lo grabó Carlitos! ¡Me lo grabó Carlitos!» (No era para menos).

Otra anécdota suya con el cantor inolvidable es la siguiente: Cuando el estreno de una de las primeras películas sonoras en Buenos Aires, Cine Renacimiento, fue a él con su familia. Una vez ubicados en sus asientos, súbitamente les dice a los suyos: «Espérenme aquí un momento... Ya vuelvo, a la vuelta canta Carlitos», y se fue a escuchar a Gardel que cantaba en un teatro cercano, mientras dejaba a su familia mirando la película.

Otros tangos suyos son: “Rante”, “Risa loca”, “Farolito de mi barrio”, “Adorable noviecita”, “Triste pasado”, “Por eso me emborracho”, “Rezongona”, “Meditación”, a los que pusieron música Nicolás Primiani, Enrique Pollet, Carlos Di Sarli, Pedro Laurenz, etc.

De Grandis nació en Buenos Aires (barrio de Boedo) el 27 de febrero de 1888 y allí falleció el 3 de diciembre de 1932.