bogado y autor. Juez de Instrucción en los tribunales de la Capital Federal por varios años, supo reflejar en los libros ¿Será justicia?, Claudio Fojas y yo, Hágase saber y Como se pide, de 1935, las más interesantes anécdotas tribunalicias que de cerca le tocó tratar.

Fundó la revista de Legislación y jurisprudencia, y editó las obras Diccionario de legislación y Recopilación de fallos, 1910-1916.

Entusiasta de la canción popular empezó por 1927, más o menos, como bromeando con el fox-trot “Te adoro, Teodora”, con música del pianista Fernando Randle.

Dedicado a ella definitivamente, aportó significativos éxitos como el tango “Sólo se quiere una vez”, que la voz de Carlos Gardel retrotae desde el fondo del tiempo; tiene música de Carlos Vicente Geroni Flores, que musicalizó también su popular vals “Marisabel”. A ambas obras les siguen en méritos y popularidad el tango “Indiferencia [b]” que con música de Francisco Pracánico grabaran Azucena Maizani y Agustín Magaldi; “Guitarreando [b]”, triunfo con música propia grabado por el dúo Magaldi-Noda; “Arroz con leche”, ranchera con música de Francisco Lomuto; “Amargor”, tango con el mismo compositor; “Mi buena estrella”, tonada con música de Alberto Acuña; “Jorobeta”, tango con música de Magaldi-Noda y gran creación de Agustín Magaldi; “Facón viejo y puntiagudo”, con música de Flores que grabó Ruiz-Acuña; “Danza maligna” con música de Fernando Randle grabado por Azucena Maizani; “El pendantiff”, “Suspendo el viajecito”, “Rubí [b]”, “El moño de terciopelo”.

A Carlos Gardel lo conoció en rueda de amigos dentro del ambiente musical, conocimiento que llegó a algo más a raíz del tango que le grabara.

Claudio Frollo nació en Buenos Aires el 8 de junio de 1887 y allí falleció el 20 de marzo de 1942.