utor teatral. Fue también director de varias compañías y escribió muy bien para el cancionero popular. Uno de los que le dieron gloria al teatro argentino en su época de oro desde su primer estreno, allá por 1907, de Romano por los hermanos Podestá en el Apolo.

Las obras que más satisfacciones le dieron fueron El Parque, Luiggi, La Serenata, Los Invertidos, La mala reputación, escrita en colaboración con Mazzanti y Los dientes del perro con Weisbach.

Contando de colaboradores a José Mazzanti, Alberto Weisbach, Vicente Martínez Cuitiño, Carlos Schaeffer Gallo, Folco Testena, Enrique García Velloso, Antonio Botta, Federico Mertens, Luis César Amadori, Elías Alippi, Francisco Canaro y algunos otros o solo, dio a la escena más de un centenar de títulos de los cuales ubicamos a Hermana mía, La camisa de once varas, El error del sabio, Plus Ultra, Poker de ases, Aurora boreal, Los conquistadores del desierto, La sombra del pasado, Los payadores, El salto mortal, La purpurina, Película criolla, Aires de la tierra, El hijo de Agar, La edición de la noche, Acquaforte, La pebeta del Bar Copetín, La divina revista, El Teniente Maciel, La mujer de Ulises, La Biblia en verso, Gracia plena, Divino tesoro, Los rebeldes, El retrato del pibe, Entre bueyes no hay cornadas, El mayor prejuicio, Pobre hombre, Martín Fierro, La Patria del Tango, El Grillete, que ilustraron las carteleras de nuestros mejores teatros y también americanos y algunos europeos.

Para el cine escribió La ley que olvidaron en 1937 que protagonizó Libertad Lamarque y a la cinematografía muda aportó algo con anterioridad.

Fue uno de los primeros en dar impulso al dúo Gardel-Razzano y por ende a Carlos Gardel, ya que con su compañía tradicionalista representó Juan Moreira, Santos Vega y Martín Fierro en el Teatro San Martín, noviembre de 1915, con el valioso concurso de los cantores y sus canciones nativas.

A raíz de esas actuaciones y sabiendo que la casa Max Glücksmann andaba en la busca de artistas relevantes para sus discos Nacional, empresa donde él vertía al castellano las leyendas de las películas mudas, le hizo la apología del dúo repetidas veces a su gerente señor Godard: «Vaya al Teatro San Martín que hay un par de muchachos que prometen mucho». Como los directivos de la casa se resistían, él siguió insistiendo hasta lograr año y medio después el ingreso del que sería inolvidable dúo a ese sello grabador.

Carlos Gardel como buen amigo, llegó a imprimir una docena de sus tangos, pues en sus inquietudes llevó su inspiración, su aptitud y su entusiasmo a la musa popular como corolario de su lucha por lo nuestro.

“Qué has hecho de mi cariño” es el primer tango que escribió y fue para la obra Don Agenor Saladillo en 1918, tiene música de Juan Maglio (Pacho) y es asimismo el primero que le grabó Gardel que luego realizó “Clarita” con música de Domingo Fortunato; “Páginas de amor”, música de Luis Riccardi; “Griseta”, música de Enrique Delfino; “Silbando”, música de Sebastián Piana y su hijo Cátulo; “Sobre el pucho”, música de Piana; “Acuarelita del arrabal”, “Aquella cantina de la ribera”, “Juguete de placer” y “Organito de la tarde”, músicas de Cátulo Castillo, su hijo, y “Por el camino” con música de José Bohr.

Lindos y populares tangos suyos son “El circo se va”, “El aguacero”, “Papel picado”, “A Montmartre”, “Envidia”, “Bandoneón”, “El último vals” (vals), “El bichito del amor” (ranchera), “Cómo te quiero”, “Qué le importa al mundo”.

Prologó el primer folleto de José Betinotti y también el de Gerónimo Sureda.

González Castillo nació en Rosario (Santa Fe) el 25 de enero de 1885 y falleció en Buenos Aires el 22 de octubre de 1937.