omponente de una familia de músicos, en su barrio del Once fue plasmando su vida artístico-musical en cuantos lugares sonaba el tango, desde muy joven, llevado de la mano, puede decirse, por su hermano mayor Pedro.

La radiofonía argentina lo contó desde un principio (¡qué tiempos los de Radio Cultura!) como uno de sus animadores, como solista o al frente de pequeños conjuntos.

A pesar de haber animado fiestas y bailes, no abandonó la radio que en sus mejores momentos los contó por las emisoras Rivadavia, Mitre, Argentina, Nacional casi todas, pues la música era su medio de vida.

Realizó giras por varias provincias y por la hermana tierra de la República Oriental del Uruguay.

Su primera composición fue un tango que tituló “Un antojo”, del año 1918, precursora de un centenar en todos los ritmos, sobresaliendo de ellos los tangos “Color de rosa” y “Caído del cielo” que compuso con su hermano Pedro; los que le grabó Carlos Gardel, “Chola”, “Sueño marchito”, “Destino [b]”, “Noviecita mía” y el que debió grabar “Vos también vas a sonar”, que tienen letra de Enrique Maroni, Augusto Martini (firmaba Antonio Timarni seudónimo que luego usó él al crear Martini el de Iván Diez ), Aníbal Imperiale y Venancio Clauso.

También compuso los tangos: “Mustafá”, “Toda alma”, “Blanca paloma”, “Recoleta”, “¡Qué tipo!”, “El último farolito”, “Lo que Dios mande”, “Engrupida”, “La musa mistonga”, “Listo el pollo”, “Canto de amor”, “Pergamino”, “Dios lo sabe”, “Armonía”, “La misma milonga”, “Los dos petizas”, “A la Virgen de Pompeya”, “Ojos funestos”, “Fuelle querido”, “Muchachas cuidado”, “Quejas del suburbio”, “Copa de fuego”, “Tinta china”, “Desencanto”, entre los cuales hay varios con letras de Celedonio Flores grabados por Rosita Quiroga.

En otros ritmos dio “Busco un rincón lejano”, habanera que cuarenta años después plagiaron con la conocidísima canción “Tendrás un altar”; “Tu promesa”, zamba; “Ficha personal”, milonga; “Granos de arena”, fox-trot; “No llores más”, “Los cantores del Yeruá”, “Siempre contigo”, “Flor deshojada” valses y entre los más conocidos “La yunta brava”, “En lo de Laura”, milongas.

Fue amigo de todos los directores e intérpretes de su tiempo, Canaro, Lomuto, Firpo, Corsini, Magaldi, la Quiroga, etc., que le grabaron su obra.

De Gardel está de más decir; toda la familia Polito tuvo amistad con el cantor.

Antonio Polito nació en Buenos Aires (Once) el 31 de mayo de 1898 y allí falleció el 18 de agosto de 1958.