erteneció a la generación de bandoneones del centenario, década que nos legara los mejores ejecutantes.

Sus inicios fueron los de todos: sitios familiares, del barrio y lugares sin muchos relieves hasta que en 1915 debutó en el terceto de Francisco Canaro para amenizar las academias de baile del Teatro Olimpo de la calle Pueyrredón. Al año siguiente con ese conjunto actúa en Rosario en el Teatro Politeama, confiterías y el Savoy Hotel. Vuelve a esa ciudad integrando la gigante Firpo-Canaro en los carnavales de 1917 y 1918 para el Teatro Colón, hoy demolido.

Tiempo antes con el mismo Canaro y Leopoldo Thompson de contrabajo fue a Porto Alegre (Brasil) a grabar discos para la marca Atlanta. En Buenos Aires actuó con Canaro en los cabarets Armenonville, Royal Pigall, Montmartre, etc.

Con Osvaldo Fresedo actuó esporádicamente y quedó al frente de una orquesta a su nombre en el Casino Pigall por 1920.

Los años siguientes lo contaron orquestas diversas por lugares distintos: cabarets, cines, radios, etc. Integró la orquesta Lomuto en los cruceros del vapor Cap Polonio.

En 1926 lo llama desde París para una de sus orquestas Francisco Canaro que actuaba en el Dancing Florida, formación que al quedar en manos de sus hermanos Rafael y Juan pasó a España, donde integró la de Irusta-Fugazot-Demare recorriendo con ésta todo el país hispano. Regresó en 1933.

Sus otras actuaciones a pesar de su dilatada carrera no fueron muy destacadas, pero hay que recordar que su primer viaje a Europa lo hizo en el año 1914 para actuar en Alemania, llegando a intimar con el Káiser.

Como compositor no se destacó mayormente pero dejó “Color de rosa” que hizo con su hermano Antonio y que es un tango que puede llamarse clásico. Otros de su cosecha son: “La doma”, “Estoy sobrando”, “Fripón”, “La rodada”, “Tipo raro”, “Escuchame”, “Caído del cielo”, “Horas de amor” (vals), “Viaje largo”, “Dorita”, “La vida es una milonga”, “Listo el pollo”.

Su tango “Corto de genio” con letra de Andrés Seitún, es el único que le grabó en disco Carlos Gardel a quien conoció por medio de Francisco Canaro en aquella academia del Teatro Olimpo en 1915.

Después muchas fueron las veces que el ambiente musical los unió en Buenos Aires, Barcelona, Madrid o París; en esta última ciudad intercedió ante él para que ayudara a un amigo, a lo que Gardel respondió: «¿Fulano? ¡Que vaya a trabajar!»

Pedro Polito nació en Buenos Aires el 15 de octubre de 1894 y allí falleció el 16 de octubre de 1958.