Era, aquel mi tiempo de vida;
la lavanda florida perfumaba el jardín.
Era, ese mi tiempo de amores
y tus ojos azules se fijaban en mí.
Era, ese mi tiempo de amores
y tus ojos azules se fijaban en mí.
Eran, esos mis días de dicha,
modelaban mis manos mil caricias en ti.
Eran, bellas las tardes de soles
que entibiaban amores y me hacían feliz.
Eran, bellas las tardes de soles
que entibiaban amores y me hacían feliz.
Hoy se desangran mis días
porque sin tu sonrisa ya no sirve vivir.
Laten, vivos recuerdos de amores,
cadena de dolores que no alcanza su fin.
Miro, veo tu silla vacía,
y se agranda la herida que en mi alma escondí.
Vibran, lloran en mí bandoneones,
que evocan a ese tango que fuiste y que fui.
Eran, esas horas de alegría,
y volaban pasiones en un ritmo sutil.
Eran, eran de estrellas las noches
y entre sábanas blancas el amor era añil.
Eran, eran de estrellas las noches
y entre sábanas blancas el amor era añil.
Hoy se desangran mis días
porque sin tu sonrisa ya no sirve vivir.
Laten, vivos recuerdos de amores,
cadena de dolores que no alcanza su fin.
Miro, veo tu silla vacía,
y se agranda la herida que en mi alma escondí.
Vibran, lloran en mí bandoneones,
que evocan a ese tango que fuiste y que fui.