Eras un gran varón,
altivo y compadrón,
de una palabra sola...
Rimaba tu cantar
con la emoción triunfal
del bandoneón de Arolas...
Pero empezó tu decadencia
cuando te dieron tanta ciencia...
y refinao en tus modales
dejaste los barriales
que te vieron nacer.
Me da pena, tango,
viendo que has cambiao
tu rincón de fango
por el alfombrao.
Llevo en mi alma un cacho
de tu ayer feliz...
cuando el fueye macho
del glorioso Pacho,
te lloraba así...
Noches de Maldonao,
donde fuiste'l mimao
de la dulce Paquita...
abrojo de arrabal
prendido en el percal
del barrio 'e las Cañitas...
Pero esos tiempos ya pasaron,
allá en París te afrancesaron...
y hoy, arrugándote cabrero,
un lagrimón fulero,
enturbia tu canción...