En el tapete que forma la vida
hay que esperar que la buena nos llegue
pero la mala sigue...
nos amarga muchas veces.
Cuando jugué ni por broma ganaba
y en el amor nadie quiso escucharme
no sé porqué será
si yo jamás pensé así cantar.
Salí de perdedor,
el juego y el amor
tallaron juntos para ser la dicha mía.
Salí de perdedor,
el juego y el amor
han disipado las penas mías
y se dio la contra del refrán:
Qué afortunado en el amor
jugando no podrá ganar.
Salí de perdedor,
nada me importa ya
gané en el juego y en el amor.
En el amor es lo mismo que en el juego,
unos comienzan de entrada ganando
y otros, por un cariño
van penando, van penando,
pero la luz de unos negros ojazos
vino a poner en mi vida dulzura
y pude, al fin, con ansiedad,
llegar, triunfar y así cantar.