Muchacho de arrastre,
shusheta elegante,
con paso triunfante
tu pinta paseas.
Luciendo tu empilche
trajeado a la moda,
tu presencia toda,
airosa llevas.
Me acuerdo de aquellos
días que se fueron.
Ayer eras caña,
hoy ya sos champán.
Arreaste las pilchas,
viejas y fuleras,
hasta usás galera,
hoy sos un bacán.
Muchachito.
El empilche te ha cambiado.
Hoy estás medio marcado.
Y no debe ser así.
Costa Grande
es lo único que ha hecho
de tus harapos deshechos,
un mocito “dernier cri”.
Muchachito.
Es tu percha la que triunfa.
De aquel empilche tan lunfa
ni rastros te queda ya.
Sos un retazo
de suburbio hecho gomina.
Y si hoy tenés percantina,
al sastre se la debés.
Seguí haciendo corte,
reíte de todo.
La vida es un soplo,
que pasa y se va.
Pero no te engrupas,
no sigas de largo.
Te cuesta muy poco
poder saludar.
Paseás cuanto quieras,
derrochá los pesos
y bebés champaña
en fino cristal,
y de vez en cuando
date una vueltita
por aquellas calles
del viejo arrabal.