Flor de Noche la llamó
la muchachada airosa.
Loca de luz y alegría,
era la más chic, la más hermosa.
Pero en cambio no tenía
la ingrata sentimiento;
y al incauto que la amó
porque su corazón
le dijo amores al oído.
Encontró en la pérfida coqueta
la amargura y el olvido
por única pasión.
Si la espuma del champán
refresca de su boca
una sonrisa triunfante,
enfermiza goza y su ansia loca
en un tango deslumbrante
se mece displicente.
Y el deseo de lucir
la lleva a despreciar
a las amigas de su ambiente,
que mañana, al verla triste y sola,
harán que baje la frente
cuando la vean pasar.
Ríe
del bullicio en la alegría
que no está lejano el día,
Flor de Noche,
en que encuentres a tu paso
la tristeza del fracaso
amargado de un dormido amor.
Nena
piensa muchachita loca
vuelca amores en tu boca.
Nena.
Cuando al arrullo de algún tango
luzcas como una flor de fango.
Por ti, piedad.