Arañazo

Tango

Gambeteando los porrazos
de la suerte mistonguera
así andás, pobre Arañazo,
cansao de tu vida fiera.
Y aquel misho bodegón
donde en más de una ocasión
se alzó tu pinta altanera,
sé que te hace recordar
las veces que tu facón
hizo a los guapos temblar.

Hoy que en la vida te vas barranca abajo,
se ha puesto triste tu semblante,
pues has dejado de ser el scruchante
que el elemento ponderó.

Lo que ya el fuego de tu alma
se convierte en ceniza,
se va perdiendo una sonrisa
en los surcos de tu faz.
Y al comprender que ya estás viejo
bajás la vista al suelo
y con amargo desconsuelo
te ponés, triste, a llorar.

Si de tu fama no queda ni el recuerdo
no te lamentes de tu suerte,
porque las penas al hombre lo hacen fuerte
si no se dobla al sinsabor.