Las manos de Malena

Tango

Yo te evoco en un tiempo de farol en la esquina
un tiempo que juntaba corralón y almacén
y el barrio compadreaba con perfume a glicinas
y encendía el otoño su luna a querosén.

Después tu adolescencia, Porto Alegre morena
el samba alucinante y el tango seguidor
la vieja Buenos Aires del patio de la escuela
y aquel Brasil ardiente de tabaco y alcohol.

Malena,
Yo me aprendí tu historia en tus manos que hablaban
en tus manos nacidas, para entibiar amor
tus manos que reían, tus manos que lloraban
con un mensaje blanco de paloma y de flor

Yo aprendí de tus manos, que la vida lastima
tus manos que cantaban más hondo que tu voz
y aprendí que los sueños, duelen como una espina
cuando agitaste el blanco pañuelo del adiós.