Viejo Cabildo
hoy te saluda
toda la nueva
generación.
Te han cambiado
no sos el mismo
sólo te queda
el corazón.
Tus tejas
y tus baldosas
y tus faroles
recordarán
la fecha
por más gloriosa
que abrió las puertas
a la libertad.
El negro
con su negrita
murmurando amores
junto a tu pared.
Y, tal vez,
dos bravucones
prestos los facones
quisieron pelear
bajo tua balcones
por una mujer
manchando de sangre
tu viejo portal.
Con esta milonga
quiero recordar,
¡oh, viejo Cabildo
tu pasado tan triunfal!
Viejo Cabildo
hoy te venera
toda la nueva
generación.
Bajo tu techo
ha resonado
el primer grito
de libertad.
Por eso
resucitaste
a recordarles
al mundo de hoy
la fecha
en que naciera
una gloriosa
y nueva nación.