Querés que te cante un tango,
de esos que traen lo recuerdos
de un tiempo que ya se fue;
te voy a hablar de esos hombres
que en la lista de sus nombres
figura el tango de ayer.
Si vos querés te lo canto,
pero cuidao con el llanto
si es que te entra a conmover;
trae mucho de Guardia Vieja,
percal, glicinas y rejas
en un pasado de ley.
Te recuerdo...
la memoria de esos ases
de aquellos cuatro compases
que hablaran al corazón.
Y en su cita
nacía La comparsita
haciéndonos la visita
el alma de un bandoneón.
¿Qué te pasa?,
pucha que habías sido flojo,
andá, limpiate esos ojos,
dejate de lagrimear.
Y escuchame
que este tango que te canto
si tiene parte de llanto
soy yo quien lo va a llorar.
Ayer visité a mi vieja
y en su carita de queja
la noté al irla a besar,
que era su rostro surcado
todo un cuadro del pasado
del lienzo del arrabal.
Luego una lluvia de notas
y un aletear de alas rotas
me hizo el vuelo remontar,
era el pasado dormido
despertando del olvido
de su sueño de percal.