Horas felices

Vals

Tus ojos verde mar,
no tienen ya, mi Emperatriz,
el fuego pasional
que encandiló mi vida en flor...
¡Ayer era feliz
sintiendo ese calor!...
Tus labios carmesí,
fuente de amor donde calmé
mi sed de pasión;
hoy, al fin, su almíbar no me dan
y a otro besarán
¡con efusión!...

Todo se esfumó,
mi dicha quedó trunca;
mas yo nunca
mujer, ¡te he de olvidar!...
¡Horas felices,
que ya se fueron
y no volvieron
a despertar!...
Yo las evoco
constantemente
y amargamente
¡me pongo a llorar!...

Amante y soñador,
latió por ti mi corazón,
y en brazos del querer
con ciega fe yo te mecí;
mas vino tu traición
¡y todo lo perdí!...
Por eso en el vergel
de mi ilusión, ya ni una flor
ha vuelto a brotar;
y en mi ser, el mal ya se anidó,
y el pecho me partió
¡de tanto amar!...