Y te cantan hasta en Francia

Naciste como al descuido
viejo tango compadrón...
En una calle cortada
de aquella humilde barriada
hecha a sangre y puñalada,
que alumbró, luz de farol...
Naciste y fuiste, tango,
otro guapo en el montón...
y salpicado de fango,
¡entraste en los bulines
al llorar de los violines,
la guitarra y bandoneón!...

¡Bandera!
Sos de Corrales y Pompeya,
sos de Palermo y Barracas,
de la Morocha y Mireya...
y en andariegos pregones,
en bailes y serenatas
fuiste la flor y nata
el más mimado varón...
¡Una flor en la solapa!
¡y un tajo en el corazón!

¡Los años se van pasando
y ya no sos el de ayer!,
hubo pa’ vos otro cielo,
hubo otro sol y otra luna
y de tu mísera cuna,
¡has saltao al cabaret!...
Hoy ya no sos aquel tango,
milonguero y compadrón.
Aquel, murió en los compases,
de esta nueva muchachada
que de vos, emocionada,
hizo la linda canción.

¡Te canta
con gran amor la aristocracia,
te cantan los arrabales
y te cantan hasta en Francia!...
Sos la música argentina
que cuando una voz la entona
llega hasta el alma y emociona
pa’ escucharla con amor...
¡Sos una flor que llevamos
bien prendida al corazón!