Marchetta

Tango 1926

Mariquita,
viejita milonga
que pasa las noches
bailando gotán.
Su cara es
fulera y mistonga
y algún viejo amigo
la saca a bailar.
Si alguno le dice: Mariquita,
te espero en la esquina
pa’ ir a cenar,
Mariquita
se mira al espejo
y ahogando una pena
se pone a llorar.

Mariquita
que tienes los ojos
caídos, tristones
de tanto sufrir.
Su vieja se pasa
la noche
cunando al pebete
pa’ hacerlo dormir.
Por eso
Mariquita
no quiere
beber en las mesas
ni ir a cenar,
pues tiene en su casa
el recuerdo
de tristes amores
que no volverán.