Milonga para Pepe Avellaneda

Milonga para Pepito
de Amsterdam a Avellaneda
del horno sacó un estilo
que por el mundo hizo escuela.
Sueño de las milongueras,
Callejón, boliche, envido;
vivió siempre a su manera
como cumpliendo un destino,
bailando se fue y apenas
parece que se haya ido.

Retumban en las milongas
tus pasos que son suspiro
cortando la madrugada
como con tangos con filo.

Bailarín de abrir camino
en las paradas fuleras
cuando reinaba en el piso
dejando la vida entera.
Por cuore tuvo una estrella
y una sonrisa de chico,
y en la mirada la huella
de haber ganado y perdido:
la vida, que es una apuesta,
a veces pierde de vicio.

Retumban en las milongas
tus pasos que son suspiro
cortando la madrugada
como con tangos con filo.

Milonga rante y cualquiera,
milonga para Pepito,
por el candombe la fiesta
y por el tango el hechizo.
Se dice que hay un silbido
cuando termina la siesta
que es un tanguito florido;
es Pepe que está de vuelta
mangueándole alma al olvido,
gozándola de primera.

Retumban en las milongas
tus pasos que son suspiro
cortando la madrugada
como con tangos con filo.