Ojos culpables que lloraron aquel día
arrepentidos de haber hecho tanto mal,
nunca podrán borrar de mi camino
mujer las huellas de mi sino fatal.
Hoy la vida para mi es indiferente
soy en el mundo un ser irracional,
yo vivo ahora al margen de las leyes
gozando en ser borracho y criminal.
Si pide mi alma caricias
siempre recurro al crisol,
donde su funden alegres
las que mi brinda
solícito el alcohol…
Y en cada copa que bebo
como sombra criminal,
están tus ojos culpables
perennemente adheridos al cristal.
Con un cinismo despiadado me engañaste
y te entregaste a otro hombre más feliz,
trunco quedó mi amor y mi esperanza
vivo cargando la cruz de tu desliz.
Luz ya no hay para mi alma entristecida
llegaste tarde pidiéndome perdón,
y al encontrarme hundido en las tinieblas
yo te ofrecí mi yerto corazón.
Si pide mi alma caricias
siempre recurro al crisol
donde se funden alegres
las que me brinda
solícito el alcohol.
Y en cada copa que bebo,
como sombra criminal,
están tus ojos culpables
perennemente adheridos al cristal.