Diario La Nación
cuántas veces ofrecés
y todos te compran
porque sos buenita
y una viejecita
que da compasión
y en tus ojos
brilla la añegría
porque te vendías
la última nación.
Pobre viejita que
contenta estás ya
porque podrás llevar
un pedazo de pan
al pobrecito
y lindo nietecito
que espera muy solito
el pan que le llevas.
Y ofreciendo vas,
diario La Nación,
y cuando libre ya
y alegre el corazón
te vas volando
a tu pobre cuartito
y besando al huerfanito
a Dios gracias le das.
Diario La Nación
ya no podrá gritar
porque una pena
le destroza el alma
volando la calma
a su corazón.
Ya no la espera
solo el huerfanito
la dejó muy sola
con su gran dolor.