Se espiantó por una esquina

La suerte se espiantó por una esquina
y dejo un buraco consabido.
La yeta, olvidó su pilcherío
ocupando senza grupo aquél lugar.
Por calles al azar sigo sus pasos
pa’ traerla al bulín.

Busco por la huella
a la maldita
que se fue una mañanita
sin que hubiera más palabras,
sin un adiós.
Ella, que seduce
con su sonrisa
como un diablo que se agita.
Con su llama,
mi esperanza asesinó.

Destino tan esquivo nadie tiene,
lo ligué, pareciera en un remate,
y al darme golpe a golpe la paliza,
la osamenta, de un revés me trituró.
Yo quedo al sereno y esperando
que amanezca otra vez.