¡Fumando y bebiendo, yo quiero olvidar
tu falsa promesa, tu amarga traición!...
¡Fumando y bebiendo, yo quiero arrancar
tu imagen maldita, que es cruel obsesión!...
¡Tal vez con el humo yo pueda borrar
tu nombre, tus ojos, tu risa, tu voz!...
¡Tal vez con el vino yo pueda apagar
la fiebre que abraza a mi corazón!...
¡Te vas, qué me importa, dejame con mis penas!
Andate para siempre, ¡no vuelvas jamás!...
¡Que tarde o temprano, tendrás tu condena
andando en el mundo se aprende a llorar!...
¡Pues siempre la vida devuelve con creces
mentiras, engaños, injurias, traición!...
¡Y cuando mañana, “tu infamia” te pese
de hinojos al cielo, “¡Pedile perdón!..