Los viejos amigos vuelven a mi mente,
cuando caminando me llego hasta allí...
ya no están tus mesas ni el ruido a pocillo
golpeando el platito antes de salir.
No están esos hombres gloriosos del tango,
sus nombres ausentes vuelvo a revivir...
viejos luchadores hoy no están presentes...
dieron lustre y brillo antes de partir.
El Águila...
café de reuniones,
viejas discusiones
que no se armarán.
Tus mesas
hoy duermen el sueño
de aquellos porteños
que no volverán...
Bohemios...
¡qué hermoso sueño sería
encontrarnos en la esquina
de Lavalle y Paraná!
Los viejos recuerdos vuelven del pasado,
al tango lo amamos cual bella ilusión...
en sus melodías escribió el poeta
hermosas cuartetas que el pueblo cantó.
Todo era alegría a través del tango...
aquel Buenos Aires quizá ha de volver
cuando de algún fuelle se escuchen las notas
hablando de cosas o de algún querer...