Tenía quince años
y ya era un soñador
la piba me gustaba
del barrio era la flor.
La esquina me encontraba
silbando una canción
su sombra en la vereda.
Hoy puedo recordar
la esquina está vacía
y ya no volverá.
Aquel que allí soñaba
ni aquel amor vendrá
quien sabe que piropo
ganó su corazón
nostalgia de mi vida
dónde estará ese amor.
Qué lindo que sería
volver el tiempo atrás,
al beso de mi madre,
al guiño de papá.
La última peinada
de apuro en el zaguán
y afuera los muchachos
aquellos que hoy no están.
La barra es alegría
camino del Central,
Pugliese con su orquesta
un tango va a tocar.
La gente se prepara
con ganas de bailar
pero ninguno baila,
canta el flaco Morán.
No quiero que el espejo
me diga su verdad,
quisiera que me mienta
me muestre siempre igual.
Evoco en mi memoria
las cosas que no están
las noches por Corrientes
y el Teatro Nacional.
Dame un pase de magia
que me haga reavivar
la cita de Madero,
glorioso Luna Park.
Recuerdos de ese tiempo
que el corazón guardó,
junto a aquellos amigos
que el tiempo se llevó.